Hablar de lujo en una ciudad con tantos contrastes de pobreza, puede sonar paradójico. Pero un nuevo criterio sobre lujo sostenible acaba de exponer en Cartagena, la diseñadora gráfica Lina Bustillo (Bogotá, 1986), invitada por Cotelco.
La diseñadora gráfica especializada en administración y mercadeo de bienes y servicios de lujo, quien estudió en la Universidad Internacional de Mónaco, sorprendió a la audiencia de Cartagena por sus visiones y propuestas.
Citó ejemplos de compañías como Amán o Banyan Tree, “que logran ofrecer una propuesta moderna y natural, un lujo responsable. Donde unen el concepto del hedonismo y bienestar con lo natural y sostenible”.
Los lazos profundos de Lina Bustillo con el Caribe, provienen de su abuelo, el gran empresario y artista polifacético Policarpo Bustillo, que además de visionario de empresas, fue fotógrafo y una sensibilidad vinculada a la poesía, la música y las artes.
Su propuesta es aplicable a una nueva dimensión del turismo en Cartagena.
“No es fácil asociar el lujo con lo sostenible y el medio ambiente”, me explicó.
“Tenemos una riqueza patrimonial, pero no sabemos como manejarla. Se nos deshace entre los dedos”, dice ella.
“En los últimos años ha habido un interés en eco-turismo, y una serie de competidores financiados han estado entrando en el mercado.
Cartagena empieza a ser visto en el mundo como un nuevo destino de lujo sostenible por muchos factores.
“Tengo que admitir que el concepto de lujo sostenible no es fácil de entender a primera vista. Sabemos que más que una tendencia, la sostenibilidad ha llegado para quedarse, el mundo está cambiando y depende de nosotros llegar allí. Necesitamos un poco de inspiración y guía para mejorar el "eco-comportamiento" y la hospitalidad es un gran modelo para la motivación. La hospitalidad sostenible, en particular, es más que ser respetuoso con el medio ambiente, la reutilización, el reciclaje o tener un bajo impacto sobre el medio ambiente.
También se trata de envolver la sociedad que nos rodea. Así logramos la aplicación de la triple línea de base, la famosa teoría de sostenibilidad que emplea los tres pilares para lograr una acción sostenible: Personas, planeta y ganancia. El lujo sostenible no tiene nada que ver con la extravagancia y lo ostentoso”.
Cartagena es única
Cartagena tiene todos los ingredientes, precisa la diseñadora gráfica para quien la propuesta de un lujo responsable, debe “cuidar y respetar nuestra historia, nuestra herencia y tradición”.
Según ella “Cartagena tiene una historia particular, una herencia y un encanto particular, y la capacidad de reinventarse. Solo necesita un empujoncito. No tenemos que hacer toda la curva de aprendizaje del consumismo para empezar a valorar lo que tenemos. Podemos ofrecer un lujo sostenible empezando desde ya a trabajar consolidando un concepto del alta gama internacional y local.
Nada de Lanchas de lujo ni chalupas deluxe. El mal uso de esa palabra nos cuesta la imagen de Cartagena y hasta del país cuando un cliente de lujo se encuentra con uno de estos conceptos mal empleados, genera totalmente lo opuesto, se decepciona y ya no cree cuando se le habla de algo de lujo. Damos una mala impresión. Mas bien empleemos un vocabulario adecuado, pongámonos en sus zapatos para entender su visión.
Amar lo nuestro
Ella cree que es básico incorporar la riqueza cultural de Cartagena, en este nuevo criterio.
“Sentirnos orgullosos de nuestra cultura cálida y fresca. Pero a mi modo de ver, la clave está en ser más profundos y no hacer un salpicón de elementos caribeños. Es un proceso que necesita de delicadeza al encontrar aquellos elementos claves que nos ofrece una cultura y generar una propuesta sublime.
Me pregunto: cómo sería si el bollo de maíz biche típico de la cultura palenquera fuese francés? Seguramente estaría en menús con caviar y foie gras, y más de uno diría que hace los mejores bollos de maíz.
Tenemos la mano de obra, la herencia, y más de los conceptos que crean un producto de lujo. El detalle que hace la diferencia es estar orgullosos de nuestra herencia cultural, y dejar de avergonzarnos de ella, así podríamos poner un granito de arena para cambiar esa paradoja.
La cultura Caribe es muy rica en historia, gastronomía, música y de más, hay varias raíces a esa misma cultura, gozamos de herencias de distintas épocas, pero si logramos enfocarnos en una sola sin abarcar tantos elementos, podemos ir elevando el concepto Caribe a un nivel mas glamoroso y chic, así acercándonos a un concepto que se podría ofrecer como lujo.
Necesitamos identificar y fortalecer nuestros productos de lujo para ser competitivos, desde el mismo concepto, claro y conciso hasta el personal que lleva esa experiencia de lujo al cliente.
El lujo revaluado
Hoy en día el lujo ha sido revaluado, olvidemos el "bling -bling", lo extravagante, que por un lado no es parte de nuestra cultura original y por otro lado destruye nuestros paisajes y modos de vida.
El lujo comienza con nuestra originalidad. Cada cultura ve el lujo de una manera distinta. La idea es ser auténticos y compartir de manera responsable lo que para nosotros es lujo, dándole el protagonismo que se merece la manos creadoras.
Dar sin esperar nada a cambio. Esta es una de las bases de la sostenibilidad. Este es el eslabón perdido entre lujo y sostenibilidad. Cuida de tu entorno como cuidas de ti mismo. Hemos entrado en un tema de hedonismo y felicidad. Es mi parte preferida. Cuando uno se da el lujo de cuidarse a uno mismo genera un campo positivo alrededor.
Facetas
Cartagena tras un nuevo destino de lujo sostenible
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