La bahía de Cartagena es uno de los ecosistemas más importantes de la ciudad, pues además de representar un activo ambiental importante, también es motor del desarrollo económico y turístico de La Heroica. Aún así, sus condiciones no son las mejores.
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Marko Tosic, gerente del proyecto Basic Cartagena, el cual estudia a la bahía desde el año 2014, explicó que con mediciones realizadas este 2022 se ratificó que persisten niveles preocupantes de sedimentos, bacterias y metales en este cuerpo de agua.
Así mismo, los niveles de oxígeno también se han visto perjudicados por cuenta de las aguas industriales y la influencia de la desembocadura del canal del Dique.
Sedimentos y bacterias
Los sedimentos, que son arrastrados por el canal del Dique, son los responsables del aumento de la turbidez en la bahía, es decir, de la pérdida de la transparencia del agua. Tosic advirtió que esta situación afecta principalmente a los arrecifes de coral y también al turismo, dado que el mar es uno de los atractivos más relevantes de Cartagena.
Por otro lado también se detectaron niveles preocupantes de bacterias en las playas de Castillogrande y Punta Arena. Ambas exceden el umbral de calidad sanitaria del agua en coliformes fecales y enterococus.
De acuerdo con la investigación, la razón principal de estos niveles de contaminación son los vertimientos de aguas residuales domésticas que provienen de poblaciones que aún no cuentan con saneamiento básico. También tienen injerencia el exceso de alcantarillado y las fallas en las estaciones de bombeo de aguas residuales.
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Tosic advirtió que si bien este es el principal factor de contaminación de bacterias, tampoco se puede dejar de lado la influencia del canal del Dique; las ciénagas y lagunas; y los puertos e industrias.
Estas condiciones además de afectar la calidad del agua también ponen en riesgo a los bañistas que entran a estas playas.
Cromo y mercurio
Otro aspecto que preocupa dentro de la bahía de Cartagena es la presencia de metales, principalmente de cromo y mercurio, aunque también se detectaron niveles de cadmio, plomo, níquel, cobre, arsénico y zinc.
En cuanto al cromo, las concentraciones estuvieron por encima del umbral de riesgo potencial. De hecho, las concentraciones de la bahía son mayores a las del canal del Dique. De acuerdo con los resultados del proyecto Basic, los niveles son mayores en la parte central de la bahía probablemente por la influencia de la Zona Industrial de Mamonal.
Con el mercurio, los resultados son similares, ya que las concentraciones que están por encima del umbral de riesgo se dan en las mismas zonas donde predomina el cromo.
Según Tosic, esto repercute en los peces y también en la salud humana, pues estos niveles no son aptos para el consumo.
Lo anterior pone sobre la mesa la necesidad de ejercer mayor control sobre el vertimiento de aguas residuales tanto domésticas como industriales con el fin de mitigar la contaminación que hoy afecta a la bahía de Cartagena y a todos aquellos que viven de ella.
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