Cartagena ‘va para atrás’ en educación. Esa es una de las conclusiones que deja un estudio realizado por el rector de la Universidad del Norte, Adolfo Meisel y la asistente de investigación, Ángela Granger, que profundiza en las carencias que aún tiene el sistema educativo del Caribe y que impide el progreso de sus habitantes.
El caso de Cartagena es aún más preocupante, pues de todas las ciudades del Caribe, es la que más ha retrocedido en su desempeño educativo con base en los resultados obtenidos por los estudiantes en las Pruebas Saber 11° en 2021.
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En el estudio, titulado “Radiografía de la formación del capital humano en el Caribe colombiano”, queda en evidencia que mientras unas ciudades se van acercando e incluso sobrepasan el promedio nacional en las pruebas, Cartagena cada vez se aleja más.
En una escala donde 0 representa el promedio nacional, la ciudad se encuentra en -0,27. En contraste, otras ciudades como Montería o Barranquilla se encuentran por encima con indicadores como 0,06 y 0,08, respectivamente.
Y es que en Cartagena, según un estudio previo hecho por los autores, el 60% de los estudiantes matriculados en grado 11° estudia en un colegio de bajo desempeño según la clasificación del Icfes, lo cual da cuenta de que la mayoría de los estudiantes de la ciudad no recibe educación de calidad.
Los docentes
Meisel y Granger resaltan en la investigación que “la calidad de un sistema educativo se basa en la calidad de los docentes”, sin embargo, en Cartagena, solo el 14% de los profesores de básica y media cuentan con un posgrado. En el Caribe el porcentaje es del 24% y a nivel nacional del 32%.
“La baja calidad de la educación en la región y el rezago en la formación docente es una trampa de pobreza. Si los docentes no adquieren las competencias y los conocimientos necesarios para incrementar el aprendizaje en los estudiantes, disminuyen los retornos esperados de una mayor educación”, señalaron los autores.
La infraestructura
Otro factor que incide en el bajo desempeño educativo de la ciudad es la precaria infraestructura de muchas instituciones educativas, que incluso impide que los estudiantes vayan al colegio en jornada única. En Cartagena solo el 14% estudia bajo esta modalidad, mientras que el resto lo hace en media jornada, ya sea en la mañana, tarde o noche.
“La razón principal de la existencia de la jornada doble es la ausencia de infraestructura física para atender a toda la población en edad escolar”, dice el estudio.
Por otro lado, también hay brechas en la dotación de los colegios. “Casi la totalidad de las sedes educativas en la región Andina tiene acceso a electricidad, mientras que en el Caribe el 21% de los colegios no tienen acceso a este servicio público”, dicen los autores. La desventaja también se evidencia en cuanto al acceso a internet y salas de informática.
La solución
De acuerdo con Meisel, el rezago que tiene Cartagena en comparación a otras ciudades del Caribe e incluso del país tiene que ver con la crisis de gobernabilidad que ha tenido la ciudad en los últimos diez años y que ha impedido la inversión continua en educación.
“La falta de una dirigencia estable, comprometida con los más pobres y con hacer buenas inversiones públicas es lo que justifica este fracaso”, dijo Meisel.
El doctor en Economía resaltó que es importante invertir especialmente en formación docente, mejorar el recaudo para esto y tener en cuenta que la educación es el mejor mecanismo para salir de la pobreza.
“Está demostrado que la inversión que más ayuda a la gente a salir de la pobreza es la educación. Esa es una constante universal y a lo que aspira la gente porque el grueso de la población vivimos de nuestro trabajo, y la remuneración está relacionada con el nivel educativo que tenemos”, concluyó.
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