Cartagena


Habla mujer con coronavirus, hermana de taxista que murió en Cartagena

La mujer contó a El Universal detalles sobre el caso de su hermano, que es investigado por el Ministerio de Salud.

SOFÍA FLÓREZ

18 de marzo de 2020 12:09 PM

“Yo estoy asustada y ya perdí la confianza hasta en el Ministerio de Salud y en las autoridades sanitarias porque cómo dicen ellos que mi hermano no tenía coronavirus y yo sí, si mi contacto social es restringido desde el año pasado, antes que el coronavirus llegara al mundo y con la única persona que compartía todos los días era mi hermano”, asegura Liliana Ricardo, hermana de Arnold Ricardo, el taxista que murió el lunes 16 de marzo y cuyo deceso es investigado por el Ministerio de Salud para descartar si se trata o no de una muerte por coronavirus en Colombia. (Lea aquí: Reabren investigación para ver si muerte de taxista fue por coronavirus)

Y es que la muerte del taxista Arnold de Jesús Ricardo Iregui, de 58 años, el pasado lunes en la Clínica Cartagena del Mar está rodeada de misterios. Pues aunque el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis) anunció que las pruebas que se le realizaron al taxista, reportado por la clínica como sospechoso de ser portador de COVID-19, dieron negativas, y según informó la clínica el hombre murió por un cuadro respiratorio de neumonía adquirida en la comunidad, anoche el Ministerio de Salud señaló que la hermana del paciente, quien fue su cuidadora, “ha presentado síntomas similares y sus exámenes de laboratorio arrojaron un resultado positivo en COVID-19”, por lo que se hace necesario continuar con la investigación de campo para determinar si hay un nexo epidemiológico entre los dos casos.

Aunque el Minsalud precisó que: “Solamente cuando concluya esta investigación será posible atribuir o descartar que la causa del deceso fue el COVID-19”, su hermana difiere de ese resultado e incluso asegura que la atención hacia ambos fue negligente.

El recorrido de Ricardo

De acuerdo con Liliana Ricardo, la situación de su hermano, quien llevaba varios días con fiebre y malestar general, empezó a complicarse el miércoles 11 de marzo, por lo cual en la madrugada acudieron a la urgencia para su EPS, en donde le ordenaron una radiografía de tórax, pero no lo internaron, fue devuelto a casa.

Ya el jueves por la noche, 12 de marzo, al ver que su cuadro de salud no mejoraba, su hermana decidió llevarlo una vez más a la EPS, en donde le hicieron una nueva radiografía y dice que por el mal pronóstico que tenía, esta vez sí ordenaron que fuera internado, por lo cual fue trasladado a la Clínica Cartagena del Mar, a donde llegó en la madrugada del viernes. (Le puede interesar: Sepa cómo aislar en casa a pacientes con coronavirus)

“Nosotros llegamos en la madrugada a la Clínica del Mar pero lo internaron en la mañana, como a las 10, me dijeron que era una neumonía, yo mostré los exámenes que le habían hecho y como no tenía los medios para quedarme con él, fui a la casa y cuando regresé en la tarde me encontré con la noticia de que mi hermano le había dicho a los médicos que había transportado a unos turistas italianos, a partir de ahí empezó el viacrusis, porque mi hermano no recibió la atención médica adecuada y yo no recibí ninguna”, asegura Liliana Ricardo.

La mujer indica que el contacto de su hermano con los extranjeros habría ocurrido el miércoles 4 de marzo dentro del taxi.

Tras el hecho, dice Ricardo, que ambos fueron puestos en cuarentena en la misma habitación, sin embargo, refiere la mujer, que no recibieron un trato adecuado, ni indicaciones puntuales, pese a ser sospechosos de tener la enfermedad e incluso ella pudo salir a la calle.

“El viernes en la tarde, cuando yo volví al hospital me dijeron que yo también entraba en cuarentena en la misma habitación, para que la contaminación no se esparciera, pero como yo me fui sin cenar para llevarlo a la clínica, y el sábado a las 4 de la tarde no me había tomado ni un vaso de agua, fue cuando empecé a preguntar por mis condiciones de salud, pero siempre encontré una actitud resistente”.

De acuerdo con la mujer, pese a estar en cuarentena, no tenía restricción para salir de la clínica por lo cual fue a un almacén de cadena en donde compró unos maníes para alimentarse y volvió a la cuarentena.

“La información fue ambigua y de hecho comprometió la salud de toda Cartagena, porque la directriz que me dieron era que yo podía salir a pesar de estar en cuarentena, siempre y cuando cumpliera con el protocolo del lavado de manos y el uso del antibacterial y me quitara el tapabocas, podía salir a comprar mis alimentos”, asegura.

Dice también que el estado de salud de su hermano empeoró, y en parte dice que pudo haber influido el hecho de que no le dieran los medicamentos a tiempo.

Recluida en casa

Dice Liliana Ricardo que desde el lunes permanece aislada en su casa, y que desde su EPS, le han hecho seguimiento.

“Mi EPS se ha portado de mil maravillas, me están haciendo seguimiento y me informaron que me enviarán un médico en casa”.

La quieren sacar del barrio

Pese al dolor que en estos momentos sufre la mujer por la pérdida de su hermano, su calvario no se ha terminado, pues además de lidiar ahora con la enfermedad y el aislamiento, asegura que debido a la información que ha circulado en redes sociales, los vecinos se han comunicado con la dueña de la casa donde vive para que la saque del barrio.

“Todo el barrio ha estado llamado a la señora de la casa para que me saque de aquí, usted no se imagina lo duro que ha sido todo esto, mi mamá y mis familiares no pudieron despedirse de mi hermano y ahora no pueden venir a verme por la situación en la que estoy y peor aún me quieren sacar del barrio, esto es muy difícil”.

La mujer, quien resaltó la labor del gremio de taxista en la ciudad, pide a las autoridades que tengan un mayor control y les brinden seguridad ya que son uno de los grupos más expuestos a la enfermedad.

“Yo lo único que pido a las autoridades es que tengan un control realmente con los extranjeros, porque ahí empezó el viacrucis de mi familia, empezó con la negligencia, porque esos señores no debieron estar en la calle, no me explico cómo si ya estaban los protocolos y se sabía de la cuarentena, ellos andaban por ahí, no me parece justo, los taxistas merecen ser protegidos, mi hermano salió a trabajar y a prestar un servicio, para que la ciudad quede como la turística por excelencia y perdió su vida”, puntualizó.

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