El distrito de Cartagena está perdiendo dinero con el leprocomio de Caño del Loro, ya que es un escenario desolado y tenebroso en el que muchos directores de cine del género terror alquilarían para grabar sus películas.
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La mano de obra la aporta la Fundación Vigías de Carex, conformada por nativos de la isla de Bocachica, certificada en arqueología y conservación patrimonial por la Universidad Externado de Colombia y la Escuela Taller de Cartagena.
La fundación ha ganado reconocimiento como veedora del patrimonio y la conservación de los bienes de interés cultural de la isla, con el respaldo de la Etcar que, además de capacitarlos, les proporciona herramientas y artículos de aseo con los que reacondicionaron los terrenos adyacentes al leprario de Caño del Loro.