El próximo 4 de enero de 2021 vence la prorroga al contrato de concesión suscrito entre el Distrito e Iluminenos, durante 20 años, para la prestación del servicio de alumbrado público y semaforización.
Para asegurar que la ciudad no quede a oscuras, la Alcaldía de Cartagena presentó un proyecto de acuerdo ante el Concejo para utilizar hasta $464 mil millones de vigencias futuras en la ejecución de un contrato interadministrativo que promete la modernización de toda la infraestructura en un período de tres años e iría hasta 2030. Sin embargo, durante la semana pasada, en la audiencia pública ante la corporación hubo más dudas que claridades con relación a la propuesta de la administración, por lo que se desconoce qué suerte podrá tener el proyecto. De hecho, en caso de no aprobarse, el Distrito se vería en la obligación de buscar otras estrategias para garantizar el servicio que podrían ser más costosas. (Lea aquí: Comienza discusión por el proyecto de alumbrado público en Cartagena)
Pero, más allá de lo que pase con el alumbrado, la finalización del contrato de concesión deja una arista suelta como lo es el sistema de semáforos de la ciudad, el cual, según la normativa debe ser instalado y operado en vías públicas únicamente por la autoridad de tránsito competente, es decir, el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte, o en quien ella delegue esta actividad.
Por eso, de acuerdo con el director (e) del DATT, Janer Galván, esta es una oportunidad para que la entidad cumpla con esta función.
“En la concesión actual viene combinado el alumbrado público con la semaforización, pero en el nuevo proceso no es así porque desde el punto de vista jurídico se establece que no pueden ser procesos que se combinen, de hecho las fuentes de alumbrado público vienen de unas tasas y unos impuestos específicos, mientras que las fuentes de financiación de la semaforización viene de otros orígenes que apuntan a temas de movilidad, seguridad vial y todo eso, entonces son aparte. No se pueden financiar semáforos con recursos de impuestos de alumbrado público”, explicó.
Según contó el funcionario, el proceso del sistema de semaforización tiene que ser sí o sí independiente.
“La Alcaldía recibirá en reversión todo el sistema semafórico y la entidad que tiene a cargo funciones de movilidad, que es el DATT, tendrá que entrar a asumir esa operación, por supuesto a través de operadores y de firmas especializadas en esos temas para manejar y mantener el sistema de semáforos”.
Esta nueva función requiere, por supuesto, recursos con los que el organismo de tránsito no cuenta en la actualidad.
“El DATT debe tener una fuente de recursos para solventar ese sistema, así quedó presentado y contemplado en el presupuesto 2021. Digamos que es una fuente nueva incorporada al presupuesto del DATT que en vigencias anteriores, al no tener a cargo esta obligación, no ha hecho parte del presupuesto de la entidad”.
Una vez se surtan los diferentes procesos, la entidad pondrá en marcha un proyecto para continuar la expansión del sistema y la modernización a través de dispositivos de mayor tecnología.
“La infraestructura existente de la red de semáforos es bastante buena, ya hemos hecho inspecciones técnicas de la Central de Semáforos, a toda la red de comunicaciones de fibra óptica, y al sistema de cámaras de tráfico que tiene mucho potencial de expansión”, afirmó Janer Galván. .Dentro de los planes está instalar más intersecciones semaforizadas con proyectos de inversión, sin embargo, aún no se ha establecido en detalle cuáles serían los cambios porque para eso tiene que darse la licitación.
“Para dar un poco de contexto en el Plan de Desarrollo nosotros tenemos proyectos de smart cities en cuanto a modernización tecnológica en sistemas de información de tráfico y herramientas tecnológicas para la gestión de tráfico, esto lo implementaremos también para el sistema de semáforos, el cual actualmente tiene muchas herramientas que ya podrían ser utilizadas para temas de smart city pero por ser parte de la concesión todavía están dentro de la operación y el esquema como ellos lo vienen manejando normalmente. La idea de nosotros es explotar aún más ese potencial”, puntualizó.
En los últimos años ciudades capitales como Bogotá y Medellín ha sacado adelante proyectos para modernizar el sistema de semáforos como una herramienta para mejorar la movilidad, y Cartagena no se ha quedado atrás, por el contrario, ha dado ejemplo.
Según el Departamento de Semaforización, la ciudad fue pionera con un sistema que, a través de unas cámaras-detectores, indican al semáforo qué cantidad de flujo pasa y automáticamente regula el tiempo del controlador. Teniendo en cuenta la cantidad de vehículos, le dice al controlador cuáles son los tiempos de verde que deben darse, así cada semáforo va cambiando dependiendo de la hora y el análisis de los puntos (lugares) críticos en materia de movilidad.
Para algunos expertos en movilidad los semáforos inteligentes que funcionan con sensores tienen un buen funcionamiento en horas de baja demanda, ya que es en esas horas cuando se nota que hay un gran ahorro de tiempo en no hacer esperar en un semáforo a los vehículos que se movilizan por una vía principal. Pero cuando las intersecciones en un corredor ya están saturadas, el aporte de estos es mucho menor, pues hay poco margen de dónde sacar segundos de tiempo, cuando por ambas vías están llegando filas de vehículos constantemente.
Aunque este funcionamiento responde a algunas necesidades, tal como lo planteó el director (e) del DATT, diversas ciudades del mundo ya están impulsando una movilidad sostenible a través de los semáforos, bajo el concepto de smart cities. Por ejemplo, en algunas urbes holandesas los semáforos inteligentes les dan prioridad a los bici usuarios frente a los vehículos o taxis.
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