Las alarmantes cifras de personas contagiadas con COVID-19 en los diferentes barrios de Cartagena han llevado a muchos a plantearse algunas soluciones para minimizar la propagación. Es por eso que desde hace algunos días se ha escuchado de un posible cierre definitivo para Nelson Mandela y El Pozón, los que más casos registran, y en donde los habitantes andan en las calles de forma masiva.
La iniciativa cada vez más se populariza, y de hecho los líderes comunales de estos dos barrios estarían de acuerdo con que se implemente, siempre y cuando se les asegure a todos los moradores la alimentación necesaria para sobrellevar los días de aislamiento. (Lea: Cartagena sube a 689 casos de COVID-19 y 47 muertos).
El Universal consultó a los voceros de estas comunidades y la mayoría votó a favor, pero con garantías.
“Ese es un tema que se puede lograr pero hay que analizar el impacto que tendría la economía del barrio, el comercio y las personas que viven del día. Si El Pozón se cierra o se militariza, la condición es que les den a los habitantes unos mercados para varios días, no que se acaben a los dos o tres días porque después nadie tendrá con qué comer”, señaló Antonio Bellido, miembro de la Junta de Acción Comunal del sector Central.
El temor es tan generalizado que ya varios líderes le hicieron la solicitud formal a la Alcaldía, a través de un derecho de petición, en donde requieren el cerramiento a todo El Pozón con presencia permanente de la fuerza pública.
“Sí, pasamos una carta pidiendo que manden al Ejército al barrio y si era posible cerrarlo, obviamente con todos los protocolos de ayudas para los residentes, sin nadie con necesidades. Que haya control en las calles, que la gente aprenda a respetar a la autoridad”, señaló Nora Salgado, reconocida gestora cívica, quien pidió acelerar la segunda jornada de entrega de ayudas humanitarias.
En Nelson Mandela la situación es similar. Su gente humilde sale de sus casas todos los días para conseguir recursos y poder tener con qué alimentar a sus familias.
El aislamiento obligatorio no se cumple y en las calles se observan personas que no están exceptuadas, transitando solo por ocio o aburrimiento. Incluso, hay denuncias de que algunos diagnosticados con coronavirus han salido de sus viviendas a comprar en tiendas. “Es verdad, yo supe que en el sector Nueva Colombia había un contagiado que andaba como si nada, no estaba resguardado en su casa. Eso es muy peligroso”, explicó Deivis Zabaleta, presidente de la JAC del sector Los Deseos. Sobre un posible cierre del barrio, afirmó que: “Eso es muy difícil, a la gente pobre no la pueden obligar a estar encerrada sin nada que comer. Si cierran Nelson Mandela vamos a estar peor, con mucha hambre, se puede formar una guerra con la Policía porque la gente no se va a dejar morir de hambre. Para hacer ese cierre, la Alcaldía tiene que primero enviar ayudas humanitarias que alcancen varios días, de lo contrario es una mala idea. Si entregan esas ayudas ahí sí que militaricen y metan preso al que salga a molestar a la calle”.
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