Han pasado más de siete años desde que fue intervenida por última vez con señalización vial la zona donde se encuentra la institución educativa Soledad Acosta de Samper, sede Ana María Pérez de Otero, en El Socorro. En esa ocasión se pintaron cebras y se instalaron dos reductores de velocidad antes y después de la esquina donde está el colegio, sobre la calle 15 o avenida principal, que divide a El Socorro de barrios como Los Jardines o La Consolata.
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Los padres de familia de esta escuela, que desde el 31 de enero llevan a sus hijos a clases presenciales después de dos años de ausencia por la pandemia, alertan desde ya los peligros que existen en esta zona escolar.
“Hace rato se perdieron esas cebras peatonales, no se ven, y los reductores de velocidad amarillos están partidos y nadie los respeta. Aquí se necesita presencia de la Alcaldía porque empieza una nueva etapa después de dos años. Son niños nuevos que vienen por primera vez a clases y necesitan todas las garantías. Esto no es solo responsabilidad de los padres de familia, también es competencia de las autoridades”, aseguró Jairo Cancio, quien ayer a mediodía estaba en las afueras del colegio esperando a su hijo.
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Según la coordinadora de la institución, Angélica Chávez, son 420 niños y niñas matriculados este año, por lo que solicita con urgencia una intervención de las entidades competentes.
“Es evidente que faltan cebras y reductores de velocidad. Los padres de familia y todos los habitantes de este sector claman por una buena señalización. La seguridad de estos niños es muy importante, no pueden quedar vulnerables ante el tráfico vehicular”, precisó la funcionaria.
En la sede Ana María Pérez de Otero no hay bachillerato, solo primaria, tanto en la mañana como en la tarde, lo que significa que los estudiantes están entre los 5 y 10 años. Provienen de barrios como El Socorro, San Fernando, La Consolata, Los Jardines, La Victoria, El Educador y Villa Rubia, entre otros.
El organismo de tránsito manifestó que ha hecho pedagogía sobre el uso de cebras y puentes peatonales en diferentes instituciones educativas de Cartagena tras el regreso a las clases presenciales, y se ha realizado mantenimiento a 50 zonas escolares donde se instalan señales y se demarcan en el piso los pasos peatonales, que permitan un entorno más seguro para los estudiantes al cruzar calles y avenidas. Entre esas están la IE Olga González de Arraut, en la avenida Crisanto Luque; y la IE Juan José Nieto, en El Socorro. El DATT también recordó a los conductores la importancia de respetar las zonas peatonales demarcadas y de ir por estas a una velocidad permitida, que es menos de 30 kilómetros por hora.
De igual manera, sobre la solicitud hecha desde la sede Ana María Pérez de Otero, respondieron que este año se realizará la Fase II de los trabajos, con la demarcación en piso e instalación de señales escolares. Entre las escuelas beneficiadas será incluida esta sede del colegio Soledad Acosta de Samper.
“Desde Educación Vial del DATT, la institución se encuentra vinculada al programa educativo y pedagógico rutas educativas seguras, donde un educador vial capacitado en temas de seguridad vial visita a dicha institución, con el objetivo de realizar sensibilización y formación en seguridad vial con base a la Ley 1503 de 2011. Se les enseña hábitos y comportamientos seguros en materia de movilidad y seguridad vial, capacitaciones y actividades lúdico pedagógicas con los estudiantes, docentes y padres de familia”, sostuvo el organismo de tránsito distrital.
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