La actividad volcánica que duró cientos o miles de siglos y la erupción de cantidades masivas de material puede haber ayudado a transformar a Venus de un mundo templado y húmedo al invernadero ácido que es hoy, según un estudio de la NASA. El documento también analiza estas “grandes provincias ígneas” en la historia de la Tierra que causaron varias extinciones masivas en nuestro propio planeta hace millones de años. (Lea: James Webb capturó a un “reloj de arena” en los confines del Universo)
Las grandes provincias ígneas son producto de períodos de vulcanismo a gran escala que duran decenas de miles o incluso cientos de miles de años. Pueden depositar más de 100.000 millas cúbicas de roca volcánica en la superficie. En el extremo superior, esto podría ser suficiente roca fundida para enterrar todo el estado de Texas a un kilómetro de profundidad.
Venus hoy cuenta con temperaturas superficiales de alrededor de 462 °C, en promedio, y una atmósfera 90 veces la presión superficial de la Tierra. Según el estudio, estas efusiones volcánicas masivas pueden haber iniciado estas condiciones en algún momento de la historia antigua de Venus. En particular, la ocurrencia de varias erupciones de este tipo en un corto período de tiempo geológico (dentro de un millón de años) podría haber llevado a un efecto invernadero descontrolado que inició la transición del planeta de húmedo y templado a cálido y seco.

Contrastes con la Tierra
La vida en la Tierra ha sufrido al menos cinco grandes eventos de extinción masiva desde el origen de la vida multicelular hace unos 540 millones de años, cada uno de los cuales acabó con más del 50% de la vida animal en todo el planeta. Según este estudio y otros anteriores, la mayoría de estos eventos de extinción fueron causados o exacerbados por los tipos de erupciones que producen grandes provincias ígneas. En el caso de la Tierra, las alteraciones climáticas de estos eventos no fueron suficientes para causar un efecto invernadero descontrolado como lo fueron en Venus, por razones que los científicos aún están trabajando para determinar.
Por consiguiente, próximas misiones de la NASA a Venus antes de que acabe la década estudiarán el origen, la historia y el estado actual de Venus con un detalle sin precedentes. Además, comprender mejor cómo el vulcanismo aquí en la Tierra ha afectado la vida en el pasado y cómo puede continuar haciéndolo en el futuro.
Comentarios ()