Colombia


¿Le ayudan al presidente Duque los cambios en su gabinete?

Desde inicios de la semana pasada el Gobierno nacional ha anunciado cambios en las carteras de Hacienda, Comercio, Cancillería y Cultura. ¿Qué buscan estos cambios? ¿Faltan más?

COLPRENSA

21 de mayo de 2021 07:15 PM

Pese a que en el comienzo de su gobierno el presidente Iván Duque tenía la intención de que los ministros duraran cuatro años para conservar la línea política de ejecución de las carteras, son pocos los que todavía pueden decir que se han mantenido durante todo el gobierno.

Las inevitables crisis políticas han provocado ya varios cambios, si bien la administración Duque no se ha caracterizado por hacer los tradicionales remezones ministeriales que se acostumbraban en otros gobiernos.

Con la compleja situación de inestabilidad social que ha vivido el país en las últimas semanas, los cambios recientes en el gabinete de Duque son lo más parecido a un remezón de este tipo, que se ha dado en este Gobierno.

En las últimas semanas, el Presidente de la República anunció cuatro: nombró a José Manuel Restrepo como ministro de Hacienda, en remplazo de Alberto Carrasquilla; nombró a María Ximena Lombana como ministra de Comercio, en remplazo de Restrepo; a la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, en la vacante que dejó Claudia Blum, y en la cartera de cultura a la expresidente ejecutiva de la Cámara de Comercio de Buenaventura, Angélica Mayolo. Y eso hasta ahora.

Estos cambios tienen un claro fin político: aglutinar apoyos de los partidos que han rodeado al gobierno, en un momento en que la gobernabilidad en el Congreso parece estar comprometidad, y rescatar la imagen internacional del país, que no está en su mejor momento.

Para Rubén Sánchez, profesor de la facultad de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, el cambio de ministros se debió haber hecho mucho antes como lo venían solicitando varios sectores políticos.

“Con estos cambios, el presidente ha buscado acercarse a fuerzas políticas que se le han opuesto, entonces darle otro ministerio a Cambio Radical implicaría que hubiera menos críticas desde ese espectro político, el nombramiento de la nueva ministra de Cultura responde a darle más representación a las regiones, y en el caso de la vicepresidenta no piensa tanto en hacer relaciones multilaterales sino en recomponer las que tiene con Estados Unidos para que este país no continúe con sus críticas. Son cambios muy coyunturales, acercándose a la galería. Sin embargo, yo a largo plazo no les veo efecto”, afirma.

En ese sentido Pedro Luis Pemberthy, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Nacional, sede Medellín, sostiene que ante los cambios ministeriales hay tres interpretaciones: “hay que identificar el motivo que llevó al presidente a cambiar un estilo que durante sus tres primeros años había mantenido que era el que había de darle continuidad al gabinete, frente a esa situación uno podría pensar que lo está haciendo porque es necesario mejorar las relaciones con el Congreso, esta viendo que esas relaciones están frágiles y se pueden caer las leyes que va a presentar. Además afianzar la maquinaria de su partido con miras a la elección del 2022 o sea hay un interés político partidista. Por otro lado, está tratando en una medida desesperada tratar de ganar oxígeno frente a una situación caótica de una gran ingobernabilidad como estamos viendo”.

Carlos Arias, profesor de Marketing Político de la Universidad Externado sostiene que con este cambio el presidente “está buscando aliados para el cierre de su mandato. En el futuro lo que busca es pasar una de las tres reformas, salud, educación o tributaria; otra vez lo intenta de manera errada lo intenta tratando de generar legitimidad entregándole puestos a los partidos en cambio de hablar con la sociedad civil”.

¿A qué le apuntan estos cambios?

De los nuevos ministros que nombró el presidente solo uno es completamente técnico, el ministro de Hacienda. Pese a ello, ha traído un aire distinto a la cartera. Frente a la distancia e incluso prepotencia que se le criticaba a su antecesor, Restrepo ha mostrado una actitud mucho más abierta y más disposición a responder sobre los temas que afectan a su cartera.

Por ejemplo, luego de que la calificadora Standard & Poors redujo la calificación de la deuda de Colombia, el ministro hizo públicas unas explicaciones claras, en las que no evadió ni intentó maquillar la gravedad de lo que había pasado.

En los demás casos, el efecto político de los nombramientos va a pasar también por lo partidista.

Por ejemplo la vicepresidenta y ahora nueva Canciller, pese a que ha sido cercana al uribismo, tiene su origen en el Partido Conservador una colectividad que se mostró crítica en los últimos días de la Reforma tributaria.

Para Carlos Arias “el cambio solo por ahora solo va a ser evidente en el cambio de ministro de Hacienda que ha mostrado desde su discurso mucha más empatía y una apertura al diálogo. En el fondo es muy difícil que haya cambios estructurales porque estos ministros pertenecen a las dinámicas burocráticas partidistas, en el caso de la vicepresidente y canciller puede acercarse a sectores del conservatismo tradicional en particular al pastranismo”.

Según Jorge Iván Cuervo, investigador de la facultad de Finanzas Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado, el nombramiento de la canciller “se puede interpretar como una decisión que busca meterle peso político al gabinete lo que se le ha cuestionado a Duque, en el gabinete no hay ninguno con peso político y la llegada de Marta Lucía Ramírez a la Cancillería le da peso político. Además que se vuelve gobierno porque técnicamente la vicepresidencia no cumple un rol gubernamental. Además refuerza el apoyo del Partido Conservador al gobierno, y eso contribuye a cuidar la coalición en el Congreso porque con los votos del Centro Democrático, Cambio Radical y los Conservadores se pueden conseguir mayorías importantes en algunos temas”.

Por otro lado a la nueva ministra de Comercio se le identifica con el partido Cambio Radical, es decir sería una cuota del exvicepresidente Germán Vargas Lleras. En la pasada campaña presidencial del 2018 Lombana fue una de las directoras programáticas de ese partido.

Con este nombramiento Cambio Radical tendría a la ministra Karen Abudinen (MINTIC), de quien se dice pertenece al ala charista de la colectividad, y al ministro de salud Fernando Ruiz, quien a pesar de que Vargas Lleras le sugirió renunciar por los tropiezos de la reforma a la salud terminó manteniéndose en el Gobierno. Además según se rumora la colectividad también tiene presencia en otros organismos que hacen parte del Gobierno como 4-72.

A su turno, de la nueva ministra de Cultura, Angélica Mayolo, se dice que es cuota directa de la presidente del Partido de La U, Dilian Francisca Toro, quien en el anterior remezón de gabinete se había rumorado iba a tener representación en el ministerio de Salud. Esta cuota se da luego de que el Partido de La U criticara duramente la reforma tributaria y la reforma a la salud, esta última presentada por el partido Cambio Radical pero que era apoyada desde la Casa de Nariño.

Mayolo reemplaza a una de las personas más cercanas a Duque, Pedro Felipe Buitrago, quien no solo acompañó al presidente en campaña sino que colaboró en la creación de su libro sobre Economía Naranja y era uno de los impulsores de este programa insignias del gobierno Duque, que finalmente no terminó tomando mucho vuelo.

Buitrago se desempeñó, hasta ahora en el gobierno, como consejero para asuntos económicos, viceministro de la creatividad y ministro de Cultura.

Vienen más cambios

Pese a que el mandatario, con estos cambios ya completó las tres fichas que le faltaban para completar el ajedrez ministerial, los analistas no creen que el gabinete se estabilice ahí. Sostienen que con la actual coyuntura puede haber movimientos en más carteras.

Por ahora se rumora la salida del ministro del Deporte, Ernesto Lucena, quien sería reemplazado por el exviceministro de Vivienda de la administración de Luis Felipe Henao, Guillermo Herrera, quien también sería ficha de Vargas Lleras. Aunque en declaraciones a emisoras de radio, Lucena negó que tenga previsto dejar su cargo, en corredores políticos se dice que Lucena le pidió al presidente su baja debido a un problema de salud.

En los corrillos políticos se rumora que el jefe político de Cambio Radical estaría buscando un quinto ministerio que se sumaría a los ya mencionados. Al parecer el jefe político le apunta al ministro de Vivienda, que actualmente ocupa Jonathan Malagón, pero que en el Gobierno anterior fue un bastión de Cambio Radical.

El jefe de esta cartera, sin embargo, juega un papel fundamental en la mesa de negociación con el comité de paro y es uno de los favoritos del presidente Duque, así que en principio no estaría dispuesto a cederlo. Otras versiones indican que la cuota estaría entonces en los ministerios de educación o transporte.

También se rumora la salida de la ministra de Ciencia, Mabel Torres, quien ha recibido duras críticas desde el sector que estaría representando en el Gobierno Nacional.

Por ahora los ministros del Interior, Daniel Palacios, y Defensa, Diego Molano, parecerían los únicos firmes en sus carteras, pues son los que le han puesto el pecho más directamente a la situación provocada por el paro. Su salida en estos momentos, significaría un reconocimiento tácito de que la situación no se ha manejado bien.

Sin embargo, Molano tendrá que enfrentar la próxima semana tanto el Senado como la Cámara las mociones de censura a las que ha sido citado por las críticas que hace la oposición a la actuación de la Fuerza Pública en el marco del paro nacional.

Según Rubén Sánchez los cambios dependerán de como evoluciona la situación política, “la sensación es que los cambios recientes son coyunturales más no estratégicos, todo depende de los acuerdos con el comité de paro y la recepción de estos movimientos en la opinión pública. Lo ideal para el presidente es que no hubiera más cambios”.

Por el momento, lo cierto es que a nivel político el presidente le está haciendo frente al paro nacional en dos escenarios diferentes: mientras que en la mesa de negociación se busca un acuerdo con el Comité de Paro, en Palacio mueve sus fichas para mejorar su capacidad política en el año y medio que le queda de Gobierno.

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