Aunque este jueves no se dio la reunión entre el Gobierno Distrital y la autodenominada ‘Primera Línea’, para avanzar en soluciones a las protestas que se vienen presentando en el país, específicamente en los últimos días en Bogotá, la alcaldía de la ciudad aseguró que sigue abierta a un diálogo cordial y respetuoso para escuchar el inconformismo de los jóvenes.
Expertos consultados por COLPRENSA aseguran que aunque el diálogo sigue abierto para escuchar a estos colectivos, siguen existiendo varios problemas que podrían demorar un encuentro en el corto plazo entre las partes. Por un lado, no hay unidad en las demandas, además de la desconfianza con el Gobierno, nacional o distrital, por posibles retaliaciones a futuro.
Esta última fue, en gran medida, la que impidió que este jueves se desarrollara la reunión en Bogotá, debido a que los denominados ‘Primera Línea’ del Portal de las América se negaron a asistir a la convocatoria de la Alcaldía, por el temor de que la mesa creará un riesgo de perfilamiento por parte de las autoridades contra los manifestantes.
Los expertos señalan que esta desconfianza es mutua, ya que el Gobierno, tanto nacional como distrital, no confía en los miembros de este grupo, pues durante todo el paro nacional han sido catalogados como los principales protagonistas de disturbios y desmandes que han obligado a actuar a la Fuerza Pública, especialmente en el sector del Portal de las Américas.
En medio de estas dos posiciones están los muertos y los heridos que han dejado los enfrentamientos, por un lado están los jóvenes con traumas de todo tipo, en su mayoría oculares, y por el otro uniformados de la Policía, que han resultado quemados o heridos.
Carlos Arias, profesor de la maestría de Comunicación Política de la Universidad Externado, aseguró que este grupo tiene una “alienación psicológica y respaldo de la izquierda para tomarse por la fuerza territorios dentro de las ciudades. Ese respaldo de la izquierda, aunque no sea evidente en términos fácticos, es evidente que hay un apoyo, porque parte de los kits de Gustavo Bolívar los están usando”.
Arias asegura que hay una alienación a través de redes sociales, para que ellos hagan una oposición férrea a la inconstitucionalidad en distintas ciudades, algo que para él “es evidente y verificable”. Además, añade que “parte del discurso de las primeras líneas tienen retórica, narrativa y discurso de la izquierda, que no solo los defienden sino que los alimentan a continuar”.
En ese contexto, el experto considera que “la única forma de dialogar con estas personas es entender sus demandas desde las dinámicas propias de ellos, por encima de los intereses ideológicos y electorales de la izquierda. Es decir, que los miembros de la primera línea, para dialogar, se sienten a hablar con el gobierno libres de presiones e intereses de los líderes políticos de la izquierda”.
Arias agrega que “si eso no se hace, va a ser imposible cualquier diálogo con el Gobierno distrital o nacional”.
Para Bibiana Clavijo, politóloga Universidad del Rosario, el diálogo con los jóvenes es necesario, pero “por fuera de las formas tradicionales de acción política”. La experta manifestó que han venido trabajando ese tema y creen que “los mecanismos de participación ciudadana se han agotado, entonces los jóvenes no encuentran canales para manifestar sus demandas y que estas se traduzcan en hechos y decisiones públicas”.
Según dijo, como las formas tradicionales de diálogo no funcionan, “es fundamental el papel de los interlocutores. Una persona que tenga legitimidad de las partes y el gobierno debe ser asertivo en la selección de los interlcutores, justamente por el margen de desconfianza que se maneja entre las partes. Otro tema complejo es que la primera línea carece de representación entonces debemos establecer espacios donde sea escuchado ese pluralismo y esa divergencia que se encuentra contenida allí”.
EN CONTEXTO
La Alcaldía de Bogotá tomó la decisión de reunirse con los jóvenes de la Primera Línea, una organización que no tiene una cabeza visible, pero que ha sido la promotora de los bloqueos y las manifestaciones en muchas de las vías y sectores de la capital.
Los jóvenes que pertenecen a ese movimiento habían publicado un comunicado en el que buscaban reconocimiento por parte de las autoridades. Incluso, la alcaldesa se reunió con el presidente Iván Duque, para buscar su aprobación y así abrir una mesa de diálogo. Pese a que este jueves estaba todo preparado, las partes no llegaron a un consenso, aunque el diálogo, según la Alcaldía, sigue abierto.
Pese a que había autorización del gobierno, el alto consejero para la Estabilización, Emilio Archila, publicó un video en el que indicaba que desde que iniciaron las protestas “el gobierno ha tenido total amplitud para demostrar que todos los que cumplen los parámetros sean escuchados, es una forma democrática de participar, por eso la secretaría de juventud y el ICBF han adelantado una estrategia capilar orientada a resultados”.
Así mismo, dijo que todas las gestiones y “todo lo que sirva para llegar a mejores entendimientos y a acuerdos”, serían bien recibidos por el Gobierno Nacional.
En la tarde de este jueves, al mediodía, en el archivo distrital, el Secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, se reunió con los manifestantes “atendiendo el llamado de grupos de Primera Línea y asambleas populares juveniles de distintas localidades instalaremos mañana la Mesa de Diálogo y Garantías para construir juntos una salida de convivencia y paz al paro nacional”.
Sin embargo, el diálogo comenzó con problemas. La Primera Línea del Portal Américas, también conocido como Portal Resistencia, aseguró que no atendía a la convocatoria de la alcaldía, porque la mesa podía crear un riesgo de perfilamiento para los manifestantes.
“Pedimos excusas públicas al resto de las líneas y reiteramos nuestra no participación en el espacio concertado por el Secretario de Gobierno y la Alcaldía de Bogotá”, circuló en las redes. Inmediatamente los miembros de la Primera línea de la calle 80 decidieron tampoco asistir, argumentando falta de garantías, “ya que existe una persecución política y judicial por parte del gobierno y sus entidades, por la misma razón, nuestra integridad puede ponerse en riesgo”.
Los miembros de ese colectivo sostuvieron que para que exista una mesa de diálogo, lo primero que debe haber es una asamblea en donde todas las primeras líneas se reúnan, acuerden unos pliegos de exigencias y creen unos voceros.
“Ya sabemos que el Gobierno Nacional ha silenciado la voz del pueblo de muchas formas y nosotros seremos la voz de los que ya no están, de los campesinos olvidados, de los desplazados por el conflicto armado, del vendedor informal, de los estudiantes y de los que no han podido estudiar. Seremos la voz de las familias que hoy lloran muertos, de los habitantes de calle, de los líderes sociales asesinados, seremos la voz de la Colombia olvidada”, asegura un comunicado que circuló en Twitter.
Tras finalizado el diálogo, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, publicó un trino en el que asegura que lamenta “mucho que los jóvenes de primera línea rechacen y decidan no asistir a mesa de diálogo. Nuestra disposición continúa. Llevamos cuatro semanas con PNUD, la iglesia y la Secretaría de Gobierno respetando sus tiempos y esperándolos. El diálogo respetuoso siempre será el camino”.
En ese sentido, el secretario de Gobierno agradeció a quienes asistieron a la mesa indicando que muchos tienen genuina voluntad de diálogo, “pero también hay sectores radicales que impidieron que hoy se lograran mayores avances. Seguimos dispuestos a construir desde el diálogo y el respeto”.
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