La mejor opción para mantener un ambiente fresco y aumentar la eficiencia energética en el hogar es el aire natural, que además de contribuir con el medioambiente, reduce notablemente los pagos mensuales de energía eléctrica. Sin embargo, esta opción es poco considerada en climas cálidos como Cartagena, donde la humedad llega a ser hasta del 84 %, según el Ideam, y la única opción parece ser instalar sistemas de climatización como los aires acondicionados, que favorecen la circulación de virus, entre otras desventajas.
A pesar de las condiciones climáticas, es posible sacar provecho de ciertas características de su vivienda e implementar estrategias para facilitar la circulación del aire y disminuir el uso de aparatos de ventilación.
Este principio está relacionado con el concepto de arquitectura bioclimática, que ya cuenta con un gran auge en Europa. “Consiste en el diseño de edificios teniendo en cuenta las condiciones climáticas, aprovechando los recursos disponibles (sol, vegetación, lluvia, vientos) para disminuir los impactos ambientales”, explica la revista española Ecohabitar, especialista en arquitectura bioclimática.
En Colombia aún no hay una consciencia en los compradores de vivienda sobre este concepto, por lo que no es prioridad elegir proyectos inmobiliarios que incluyan este tipo que arquitectura y las preferencias de los ciudadanos están enfocadas en zonas comunes como piscina, gimnasio y parques, según información de la Cámara Colombiana de la Construcción.
Pero hay aspectos que si tiene en cuenta al elegir su vivienda, propia o arrendada, le permitirán mayor confort. El Universal le muestra algunos de ellos.
1. Ventilación cruzada
Es una de las estrategias más efectivas y económicas para sacar provecho del aire natural, pero es necesario que la vivienda cumpla con ciertas condiciones como ventanas amplias, ubicadas tanto en la parte frontal como en la trasera de la vivienda y en un mismo sentido. Lo anterior con el fin de que el viento fresco entre y circule por el lugar, facilitando que salga el aire caliente. Entre más bajos sean los ventanales de la fachada, entrará mejor el aire fresco; las ventanas traseras deben ser un poco más altas para permitir que el aire caliente, que es más liviano, salga de manera efectiva.
Varios proyectos inmobiliarios ya incluyen este concepto en su diseño arquitectónico, por lo que si planea arrendar o comprar casa en clima cálido debería ser un aspecto a considerar.
2. Polisombras y aleros
Ambos elementos de protección permiten disminuir la incidencia directa de los rayos del sol sobre cierta parte de la casa o apartamento, evitando que se concentren el calor en dicha zona. Si bien algunas construcciones incluyen los aleros como parte de la decoración de terrazas y patios, en los casos en los que no es fácil adquirirlas e instalarlas en el espacio que se requiera.
3. Pintura atérmica o reflectiva
Diseñada para cubiertas y paredes, contienen microparticulas que evitan la incidencia total del calor que reciben y suelen ser en colores que reflejan la luz del sol.
4. Tragaluces o patios interiores
Los tragaluces, que podrían describirse como ventanas en el techo, además de favorece la iluminación natural de los espacios (con lo que también se reduce el consumo de energía) permiten una mejor ventilación pues el aire se filtra con mayor facilidad y se concentra menos que con las cubiertas cerradas. Algo similar ocurre con los patios interiores, que a diferencia de los tragaluces son espacios más amplios, abiertos o con láminas transparente con baja conducción de calor.
5. Vegetación alrededor
Los proyectos inmobiliarios que incluyen vegetación alrededor de las casas o apartamentos favorecen una mejor sensación térmica en el hogar. Aunque menos populares, algunos incluyen jardines verticales o en las azoteas, lo que disminuye la radiación solar directa en los apartamentos.
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