Microapartamentos, una tendencia práctica para los jóvenes

A medida que los gustos y las necesidades de los nuevos profesionales se imponen, la simpleza de esta opción se ha vuelto cada vez más atractiva.

¿Se imagina una sola estancia, poco más grande que una habitación promedio, donde el baño, la cocina, el dormitorio, el estudio, el comedor y el cuarto de planchar están todos en el mismo sitio y caben sin problemas? En eso consiste el concepto del microapartamento o microvivienda: un lugar que cumple todas las necesidades básicas al tiempo que ahorra todo el espacio posible.

“Son espacios que se caracterizan por ser mínimos, similares a los aparta-estudios e incluso más pequeños. Todo está camuflado detrás de muebles que cumplen múltiples servicios”, afirma Javier Acevedo, arquitecto. Así, por ejemplo, es común que un armario guarde una cama plegable, una mesa cumpla las funciones de estudio y de comedor y la cocina apenas albergue espacio para la estufa y el refrigerador.

Por lo general, este tipo de habitaciones compensan la falta de algunos servicios a través de dependencias externas y muchas veces son parte de conjuntos diseñados para el coliving. (Lea también: Coworking y coliving: vivir juntos, trabajar juntos, producir juntos).

Así, los microapartamentos tienden a encontrarse en edificios que poseen lavanderías, áreas comunes o servicios de limpieza por separado. Como su nombre lo indica, son espacios que van desde 10 hasta 30 metros cuadrados, máximo 50, de manera que, a pesar de su flexibilidad, no pueden albergar todas las comodidades.

De hecho, en esto radica una de sus principales desventajas. “No permiten disfrutar de la comodidad a la que nos acostumbran los espacios amplios. A veces tampoco permiten hacer varias funciones a la vez. Por ejemplo, si quieres comer tendrás que guardar la cama o tal vez te toque bloquear la entrada al baño”, comenta el arquitecto Acevedo.

Cuestión de jóvenes

“Los principales compradores son los jóvenes que están comenzando a independizarse y viven solos o con su pareja. En Colombia, eso comienza a darse a partir de los 23 o 25 años, antes de que su familia crezca y comiencen a mudarse a unidades de vivienda más amplias”, afirma Javier Acevedo. Es por esto que son el tipo de vivienda preferida de las personas con ingresos medianos o altos y que deseen vivir en los centros urbanos más exclusivos de ciudades como Bogotá, Nueva York o Tokio, llenos de opciones dónde pasar el día.

En otras palabras, no son apartamentos para personas que deseen “estar” en ellos, sino que son prácticos al extremo y solo cumplen lo necesario. Algunos, incluso vienen con tecnología ecológica de punta y certificación en Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental (LEED, por sus siglas en inglés), lo cual significa que también están diseñados para ahorrar la mayor cantidad de recursos posible.

Es por todo lo anterior que estos apartamentos, a pesar de ser pequeños, no son necesariamente baratos. “Además, en la medida que los utensilios se minimizan, se requiere desarrollar la tecnología adecuada para que todo funcione de manera óptima dentro de dicho espacio”, explica el arquitecto.

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