El valioso aporte de los bacteriólogos en el sector de la salud

La pandemia puso en relieve la labor fundamental de estos profesionales, pero temas como la remuneración laboral siguen pendientes.

Detrás de todo el universo invisible que afecta nuestra salud, están lo bacteriólogos. Estos profesionales descifran a los microorganismos y analizan cómo interactúan con nuestro organismo, lo que en los últimos siglos ha facilitado las acciones claves para detectar y prevenir enfermedades, crear vacunas y a la larga, ampliar la expectativa de vida de los humanos.

Toda esta labor es la que se conmemoró el 28 de abril en Colombia con el Día del Bacteriólogo, en homenaje al natalicio del médico veterinario y bacteriólogo, Federico Lleras Acosta, quien fundó el primer laboratorio clínico en el país en 1906 e hizo valiosos aportes al diagnóstico de la lepra, entre otras patologías contagiosas de la época.

Lleras Acosta abrió la puerta de la microbiología en el país, que ya no solo se limita a los análisis de laboratorio para el diagnóstico sino que comprende otros campos como el pronóstico de enfermedades, promoción en salud, desarrollo biotecnológico, vigilancia epidemiológica, investigación aplicada y hasta docencia.

De acuerdo con datos del Registro Único Nacional de Talento Humano en Salud (Rethus), en Colombia hay alrededor de 27 mil bacteriólogos titulados, que ejercen en diversas áreas.

El 28 de abril se celebró el Día del Bacteriólogo en Colombia en conmemoración al natalicio de Federico Lleras Acosta, fundador del primer laboratorio clínico del país.

En la ‘línea de fuego’

Ningún otro hecho histórico reciente como la pandemia de la COVID-19 ha puesto tanto a prueba la labor de los bacteriólogos, quienes junto a los médicos y enfermeras estuvieron en la primera línea de fuego al principio de la emergencia, cuando el panorama era incierto.

“Los bacteriólogos estábamos un poco más apartados, haciendo nuestro trabajo pero con la emergencia sanitaria tuvimos que salir a hacer pruebas hasta las casas de los pacientes contagiados y con el temor de contraer el virus. Nuestra vocación de servicio nos permitió cumplir a cabalidad con nuestro deber”, afirma Nubia Ospino Guerrero, bacterióloga del Laboratorio Clínico Continental.

Ospino resalta que pese a tener referentes y conocimientos teóricos, su generación de bacteriólogos no había vivido una situación similar a la crisis que generó la COVID-19.

“Nos tuvimos que adaptar rápidamente y no solo trabajar de frente al virus sino también a nivel operativo, pues desarrollamos los protocolos de la toma de muestras para la pruebas de antígenos y PCR”, anota la bacterióloga. Le puede interesar: Bacteriología, la ciencia que descubre lo imperceptible.

Más reconocimiento

Con toda la contribución de los bacteriólogos al manejo de la emergencia, que no se limitó a la toma de muestras sino también a la caracterización del virus y al desarrollo de las vacunas en los laboratorios mundiales, se reconoció por fin el gran valor de estos profesionales en el sector de la salud.

El Ministerio de Salud entregó un apoyo económico temporal a 7.821 bacteriólogos por valor de $12.357.531.945, como reconocimiento a su esfuerzo y dedicación, además realizó capacitaciones sobre diversos aspectos de la COVID y fortaleció la capacidad instalada de los laboratorios clínicos.

Sin embargo, estas acciones se quedan cortas ante las necesidades del gremio. “Ha mejorado nuestra visibilización pero todavía hace falta, especialmente en cuanto a la remuneración salarial, pues muchos colegas no reciben el pago a tiempo o este es inferior a lo que les corresponde”, anota Nubia Ospino.

La bacterióloga agrega que también es importante que más profesionales se asocien al Colegio Nacional de Bacteriología con el fin de crear más conversaciones y planes de acción en torno a su actividad en Colombia. Puede leer: Los bacteriólogos también están preocupados.

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