Enfrentarse solo a la vida no es fácil, y si tienes 70 años lo es aún menos. María lucha cada día para sobrevivir entre maderos viejos que, aun consumidos por insectos, soportan a duras penas las láminas de zinc que la protegen de la intemperie.
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Al menos dos veces por semana, a pie, debe buscar las medicinas para su enfermedad, porque no tiene para el transporte. Por la noche la situación no cambia, pues María debe tratar de descansar sin un ventilador que la refresque o que aleje a los mosquitos. Y pensar que por la mañana el ciclo se repite.
Si usted desea ayudar a la señora María de cualquier manera, puede comunicarse con Ignacio Arzuza al 3116910580.
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