Columna


El algoritmo que transformó a Yuranis León

VÍCTOR HUGO MORA MENDOZA

23 de septiembre de 2019 12:00 AM

A este punto no tengo que siquiera contextualizar el fenómeno en el que se ha convertido el remix de la canción ‘Sailor Moon’ interpretada por Yuranis León, esposa del cantante de champeta mejor conocido como Mister Black.

Al momento de escribir esta columna el video de Yuranis tenía más de 5 millones 500 mil reproducciones.

Hoy, más allá de la absurda y predecible discusión sobre el talento musical de Yuranis, escribo esta columna para avisarles que Yuranis y, por extensión, Mister Black son mucho más inteligentes que los que se pasan el día entero difundiendo el video en redes sociales con un comentario sarcástico, haciendo montajes, creando memes, entrando a ver cómo va la cuenta de ‘likes’ y ‘dislikes’ y, como cereza del pastel, dejando un comentario negativo en Youtube. Permítanme explicar las razones y de paso mostrarles cómo funciona este mundo dominado por algoritmos sociales.

Empecemos por explicar la ingeniería detrás de una plataforma como Youtube.

Esta plataforma de videos se ha vuelto tan grande y masiva que el comportamiento de sus usuarios es tan único que es humanamente imposible administrar tantos datos por mucho que tengas a un gigante tecnológico como Google detrás.

Ahora mismo este algoritmo funciona por lo que se conoce como “Machine Learning” que para no ser tan técnicos, es uno de los tipos de inteligencia artificial que existen ahí fuera.

Las personas tienen la sensación de que cuando hablamos del algoritmo de Youtube, nos referimos a una fórmula tan sencilla como X=1 Y=2, entonces X+Y=3. Sin embargo, este no es el caso. Estamos hablando de una plataforma tan compleja que tendré que echar mano de una analogía porque me veo en la tediosa necesidad de presentarles el concepto de redes neuronales con la esperanza de que a este punto de la columna no hayan abandonado la lectura.

Imaginemos que los videos son granos de sal disueltos en el mar de Youtube. Las redes neuronales de Youtube son la cantidad de filtros por los que debe pasar el agua salada para convertirse en agua potable. Estos filtros están compuestos de fibras que se van encogiendo con cada nivel para poder filtrar desde suciedad hasta bacterias.

El primer filtro de Youtube es un generador de candidatos y no, no estoy hablando de una especie de máquina que genere la explosión de políticos que ahora están en camapaña en Cartagena. Es una palabra técnica para decir que Youtube escoge una porción de esa agua salada y la mete en un tanque basado en diferentes puntos de información.

El otro filtro es el del ranking. Aquí la plataforma analiza la cantidad de datos que tiene un video y la segmenta para ofrecer a cada usuario lo que quiere según sus gustos. ¿Te gusta la sal? Youtube promociona la sal y tu la compras. ¿Te gusta el agua dulce? Misma operación. Los videos que explotan el algoritmo de Google saben convertirse tanto en agua como en granos de sal lo que los deja en un estado gatuno de Schrödinger. Esto quiere decir que el video se mostrará tanto a los que les gusta el tipo de videos de Yuranis como a los que no.

Otra variable importante es la ubicación. Mister Black es un artista famoso que ya trascendió de Cartagena pero la audiencia que impulsa su éxito empieza aquí y es mucho más probable que uno de sus videos cimiente su camino al cielo de las reproducciones con los fanáticos que tiene en la ciudad.

Youtube además te quiere sentado viendo lo que en este momento es relevante y si a la fórmula de Yuranis le sumas que los medios de comunicación, El Universal incluido, y muchos influenciadores (como Luisito Comunica) han difundido el video a través de noticias y reacciones, tienes entonces la receta perfecta para un video relevante, con mucha interacción, (Sí, el botón de ‘dislike’ solo sirve para hacer el contenido más famoso y comunicarle a Google que ese contenido genera reacciones), bien geolocalizado y con mucho potencial dentro de los filtros neuronales de Youtube.

No olvidemos además la evidente simbiosis de audiencia que está haciendo Yuranis con los fanáticos de su esposo.

Mientras muchos siguen criticando a Yuranis, yo simplemente estoy admirado con el hecho de que una personalidad local haya logrado hackear tan fácilmente los algoritmos sociales de un gigante como Google y que aparte la estrategia psicológica de las grandes empresas tecnológicas siga funcionando tan eficazmente en nuestro comportamiento social.

No vaya a ser que un día sea demasiado tarde y tengamos que decir: “¡Ay, ¿en qué me transformaste?”.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS