Tras semanas de polémicas, rifirrafes y acciones legales de parte y parte, hoy el Concejo zanjó la controversia que rondó a Ana María González-Forero, secretaria del Interior, al caerse la moción de censura en su contra. No se alcanzaron los votos necesarios para que la funcionaria sea apartada de su cargo. (Lea: Vídeo: El día que Ana María González le tiró un huevo a Juan Manuel Santos)
Pasadas las nueve y media de la mañana, inició la plenaria de moción de censura contra la jefe de la cartera del Interior. La sesión ordinaria comenzó con la lectura de una carta que González-Forero envió ayer en la noche al Concejo en la que reiteró que el proceso estaba viciado de nulidad y en la que resaltó que el control político no estaba siendo objetivo.
Varias organizaciones sindicales y veedurías ciudadanas anunciaron “su apoyo irrestricto” a la moción de censura contra la secretaria del Interior, señalando presuntos abusos laborales a trabajadores de carrera administrativa de su dependencia que tienen investigaciones en curso. Además, indicaron que el trato de González-Forero a los cartageneros, a minorías y a comités antipeajes y organizadores de paros, no ha sido el mejor.
Antes de comenzar la votación, la concejala Claudia Arboleda, cabildante cercana a la administración Dau, aseveró que tenía dudas sobre el proceso, por lo que pidió permiso para retirarse del recinto. Óscar Marín se declaró impedido para votar y así evitar un conflicto de intereses porque su esposa fue trasladada laboralmente a la Secretaría del Interior.
Algo que los demás concejales no aceptaron tras una votación unánime porque “no encontraron objetividad ni congruencia en la petición de Marín”. Por ende, el concejal Óscar Marín se quedó en el recinto.
¿Por qué era la moción?
Según el Consejo de Estado, la moción de censura es una especie de sanción de carácter político en ejercicio del control de la misma naturaleza ejercido por el Concejo sobre la administración distrital o municipal. Esta figura se le quería aplicar a González-Forero después de diversas controversias y denuncias de presuntas irregularidades tales como: acoso laboral en su dependencia, la situación de inseguridad en la ciudad, la mendicidad infantil y geriátrica, necesidades del Cuerpo de Bomberos, hacinamiento de personas detenidas, el traslado de la cárcel de mujeres, entre otros temas.
Además, hace meses que los concejales denuncian que la funcionaria incurrió en un presunto tráfico de influencias que propició que la Fundación FEM, una entidad privada que González-Forero creó, hoy sea uno de los operadores de una cuantiosa donación de Países Bajos para proyectos hidráulicos y en el tándem agua - sociedad. Varios concejales criticaron que allegados a la politóloga, al trabajar con ella en la fundación, hoy son cabezas visibles en la Oficina de Cooperación Internacional de la Alcaldía de Cartagena y en otras dependencias distritales. Lo que para Mendoza y Julio Bejarano refleja que existe una nómina paralela entre el Distrito y FEM.
Todos los señalamientos anteriores han sido desestimados por Ana María González-Forero, quien siempre ha resaltado que no tuvo injerencia en las controversias mencionadas y que su despacho trabaja para fortalecer los flancos que para varios concejales están debilitados.
Votaron Sí: Javier Julio Bejarano, Sergio Mendoza, Rodrigo Reyes, César Pion, Lúder Ariza, Laureano Curi, Gloria Estrada, Carolina Lozano, Liliana Suárez y Carlos Barrios.
Votaron No por la moción: David Caballero, Luis Cassiani, Kattya Mendoza, Óscar Marín, Rafael Meza, Lewis Montero, Wilson Toncel y Hernando Piña.
Claudia Arboleda se retiró del recinto.
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