Luego de las polémicas por las irregularidades en el conteo de votos con centenares de miles de votos supuestamente enredados, provocando que hoy haya dudas sobre cuántas curules tendrá cada partido o coalición en el Congreso, Alexander Vega, registrador nacional, solicitó al Consejo Nacional Electoral (CNE) hacer un nuevo reconteo en todo el país. Sin embargo, desistió de esa idea tras las múltiples críticas.
(Lea: Fico Gutiérrez le gana terreno a Petro y obligaría a una segunda vuelta)
Su iniciativa la soportó en las innumerables quejas de varias facciones políticas sobre la veracidad del proceso electoral y la transparencia de su entidad. Pese a ello, para muchos de esos dolientes esa no era la solución e insistieron en su renuncia, definiendo su propuesta inicial como ilegal e inconveniente.
La pretensión
Vega había pedido al CNE seleccionar los tarjetones de Senado y contar nuevamente voto por voto para poder confirmar el escrutinio que realizó la Registraduría. En ese proceso se contempló involucrar a la Comisión Nacional de Garantías Electorales, que había sido convocada por el gobierno Duque, la cual está conformada por la Registraduría, el CNE, la Nación, representantes de los partidos políticos y la MOE.
¿Es legal o ilegal este reconteo?
En caso de que se hubiese aprobado el reconteo, iba a ser inédito en la historia política de Colombia que se volvieran a abrir las bolsas que resguardan los votos para que se contaran de nuevo. En una entrevista para La FM, Juan Carlos Galindo, exregistrador nacional, explicó: “Tal vez pudo haber un error durante el preconteo. Si se vuelven a contar los votos, tal vez le puedan traer más transparencia al proceso electoral”.
Al contrario, los críticos se abrazaban a una tesis: la incapacidad técnica de la Registraduría como entidad que con un presupuesto como el que maneja, la planta burocrática que tiene y todo el tiempo de preparación que tuvo, haya incurrido en los presuntos errores. En la misma vereda, esas mismas voces afirmaron que el CNE no tenía la capacidad para revisar una cifra de votos tan colosal.
Para el abogado y viceprocurador general Juan Carlos Cortés González, la petición del registrador era incompetente y desconocía que las autoridades electorales son los jurados de votación, y a las comisiones escrutadoras y el CNE, a quienes corresponde por ley identificar dicha verdad.
“Curiosamente se señala que no hay fraude posible en el proceso, justamente porque las comisiones escrutadoras territoriales han corregido las inconformidades en la tramitación de los formularios E-14 respecto de los tarjetones efectivamente sufragados, pero a la vez se indica que el camino es recontar la totalidad de los votos, como si las decisiones adoptadas por los más de 5.000 escrutadores, representados por funcionarios judiciales, carecieran de valor o estuvieran viciadas”, precisó Cortés.
Y agregó: “Se olvida de otro lado que el proceso electoral es reglado, esto es, que su trámite se rige por normas que definen los procedimientos, sin espacio para la discrecionalidad. Abrir paso a un reconteo general, basado en aseveraciones genéricas, cuando la justicia electoral ha adoptado decisiones en curso del escrutinio, hubiese sido inviable”.
El abogado indicó que el nuevo código electoral plantea la posibilidad para que el CNE revise los escrutinios, de oficio o a solicitud de interesados legitimados, siempre y cuando se presenten incumplimientos de las comisiones escrutadoras o hechos que puedan afectar la voluntad electoral; y que le corresponde al CNE consolidar y validar los escrutinios, revisar las reclamaciones pendientes y acreditar la verdad electoral resultante del proceso, sin que proceda jurídicamente una actuación de reconteo general, a menos que haya una decisión judicial que la ordene. Tampoco es asunto que corresponda a la Comisión Nacional de Garantías Electorales.
“Lo anterior, además, implicaría adoptar medidas adicionales en materia de cadena de custodia y definir un procedimiento general y auditable, que carece de sustento normativo. Se hubiese tratado de una inédita y peligrosa petición que en lugar de favorecer la confianza ciudadana, hubiese abierto una brecha insalvable en materia de legitimidad electoral”, aseveró el jurista.
“No existe el reconteo general del que desistió el registrador Vega”, explicó Mónica Pachón a La Silla Vacía. Ella es experta en el sistema electoral colombiano de la Universidad de Los Andes. Y así se lo ratificaron a ese medio Antonio José Lizarazo, exmagistrado del Consejo Nacional Electoral, y Alfonso Portela, exregistrador delegado en lo electoral.
En términos logísticos lo que pedían el registrador nacional, Iván Duque y Álvaro Uribe era repetir lo que hicieron los 700 mil jurados de votación, que contaron 18 millones de votos el 13 de marzo en 112 mil mesas de votación.
“Es un escenario logísticamente titánico e imposible jurídicamente, por varias razones. La organización electoral está diseñada de tal forma que hay unos órganos que solo existen mientras cumplen su función y luego desaparecen. Por ejemplo, los jurados de votación se designan y cumplen su función pública de contar en la mesa de votación los votos válidos y adjudicarlos a cada candidato o lista. Cuando termina su tarea, la figura del jurado de votación desaparece y no se puede revivir”, precisaron los expertos.
(Le puede interesar: Partido de La U “está de acuerdo con el reconteo general de votos”)
¿Se rompió la cadena de custodia?
El candidato presidencial Gustavo Petro respondió a la solicitud truncada de reconteo, hecha por Vega, tildándola de un “golpe de Estado” y advirtió que no participaría en más debates hasta nueva orden, pues el sábado se habría roto la cadena de custodia de los votos, según denunció, y el término fraude ya tiene a muchos ciudadanos en pie de guerra. En redes sociales, bares y esquinas.
“Los jurados de votación terminan la elección a las 4 p.m. y arrancan el conteo de votos. Por ley deben diligenciar tres ejemplares del formulario E14. Uno para la transmisión de los votos rápidos, donde hubo errores el domingo. Otro para que la Registraduría lo digitalice en la nube para que los ciudadanos puedan consultarlo y el otro que es el de la cadena de custodia”, narraron.
Y añadieron: “Este formulario, junto con los tarjetones de votos y el formulario E11 que contiene la identificación de los votantes, son los que se entregan a los claveros. Cada comisión escrutadora de votos tiene entre sus integrantes tres jueces —claveros—designados por el Tribunal Superior del Distrito. En estas elecciones son alrededor de 5 mil. Ellos son los responsables de cuidar los documentos electorales y dar fe de su trazabilidad. En principio los depositan en unas arcas triclave. Los claveros reciben el material, revisan que esté en buen estado, y se los prestan a las comisiones escrutadoras en lo municipal que son las encargadas del segundo nivel de conteo”.
Y recalcó La Silla Vacía: “Las arcas están en los lugares de escrutinio, el Coliseo de Combate en Cartagena, por ejemplo, y no están en estos momentos en el CNE, como señaló Petro, y sí en manos de las comisiones escrutadoras compuestas por registradores de instrumentos públicos, jueces, notarios, y delegados de los alcaldes. El material está disponible para las reclamaciones legales (apelaciones y otros procesos) que se dan en el entre tanto”.
El exregistrador Portela le aseguró a La Silla Vacía que no es posible que al realizar el preconteo quepa la posibilidad de un fraude, “hay absoluta cadena de custodia y protección de esos votos electorales. Es un despropósito decir tal cosa”, indicó. Por otra lado, el exregistrador Carlos Ariel Sánchez afirmó también a La FM que las posibilidades de un error semejante es mínimo en las presidenciales, ya que son mucho más sencillas porque no hay abundancia de listas ni candidatos”.
Para el abogado Juan Carlos Cortés: “Auspiciar la polarización del país mediante fórmulas que no están previstas en las reglas de juego democrático, representa un salto al vacío que deslegitima a la organización electoral y siembra dudas sobre su capacidad de responder al reto de una elección presidencial en ciernes. La democracia exige reconocer que cualquiera puede vencer en las urnas, negar esa condición niega su esencia y compromete la estabilidad de una sociedad que por encima de sus dirigentes da testimonio de convicción democrática. Tan importante como votar es confiar en las urnas. Que no se pierda ese capital en Colombia”.