Muchos hombres, por miedo o por machismo, le huyen a practicarse el examen de tacto rectal. Y en es que este, un médico les introduce un dedo cubierto con un guante lubricado en el recto, para palpar la glándula de la próstata y lograr así la detección temprana del cáncer de próstata.
Sin embargo, estudios publicados en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (en inglés: National Library of Medicine o NLM) han demostrado que este examen no es verídico en todos los casos. El más reciente de ellos se denomina ‘Resultados a los 15 años después del control, la cirugía o la radioterapia para el cáncer de próstata’ y se divulgó el pasado 11 de marzo. Lea: Cáncer de próstata: la importancia de ir al urólogo
Carlos Riveros, médico investigador con licencia en Colombia y Estados Unidos (Florida), aseguró a El Universal que “los estudios han demostrado que el tacto rectal para cáncer de próstata, como screening o test de rastreo en un hombre mayor de 50 años que no tiene ningún síntoma, tiene una sensitividad muy baja, que está aproximadamente en 55%”.
Explicó lo que esto significa: “Es decir, si yo hago un test y resulta positivo o anormal, ¿qué tan cierto es que esa persona tiene cáncer de próstata?, ¿qué tan cierto es que el test está diciendo la verdad? En ese sentido, hacer un tacto rectal para encontrar cáncer de próstata en una persona asintomática no tiene mucho valor, es casi como tirar una moneda y eso es lo que han demostrado estudios hechos con miles de pacientes, que realmente el tacto rectal no encuentra cáncer de próstata temprano, es decir, no nos sirve para determinar si una persona tiene cáncer de próstata cuando no tiene síntomas”.
Riveros, quien es miembro del Comité Médico del Coral Gables Hospital, recordó que con el objetivo de la detección temprana de este tipo de cáncer, también se usa el análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA), “que tiene una mejor sensitividad que el tacto rectal, se puede medir también porque da un número específico y se puede hacer seguimiento, pero todavía no es tan bueno como para hacerlo en todas las personas porque tiene una sensitividad de apenas el 63 %”.
Carlos Riveros, médico investigador.
¿Qué hacer?
Debido a que no existe todavía un examen verídico para detectar temprano el cáncer de próstata, el investigador recomienda a los hombres aprender a identificar los factores de riesgo y estar atentos a los síntomas.
“No tenemos un test en el que se pueda confiar 100 % para detectar tempranamente el cáncer de próstata, entonces ahí entran en juego otras consideraciones, por ejemplo, los hombres mayores de 45 años, aquellos de raza negra y quienes tengan familiares en primer grado, como padres y hermanos con cáncer de próstata detectados antes de los 60 años, podrían tener un riesgo un poco mayor”, precisó Riveros. Lea: Cáncer de próstata, aprenda a detectarlo a tiempo
Sobre los síntomas, señaló: “si usted empieza a orinar mucho durante la noche, ahora se levanta 3 o 4 veces y antes no le pasaba, debería consultar; así mismo, si durante el día tiene urgencia de orinar, es decir, tiene que correr a hacerlo porque no puede aguantar; y si cuando va a empezar a orinar tiene que pujar, hacer un esfuerzo, o le queda un goteo después de orinar, pueden ser signos de que la próstata no está normal”.
“Lo más importante es oír lo que está pasando, lo que su cuerpo le dice, para tomarlo como síntomas que podrían llevar a otros estudios, los síntomas se vuelven relevantes, oír lo que su cuerpo le está diciendo. Ese es mi mensaje para que los hombres prevengan el cáncer de próstata”, agregó el investigador.
Se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer fuera de control. Casi todos los cánceres de próstata son adenocarcinomas. Estos cánceres se desarrollan a partir de las células glandulares (las células que producen el líquido prostático que se agrega al semen).
Otros tipos de cáncer que se pueden originar en la próstata son: carcinomas de células pequeñas, tumores neuroendocrinos (aparte de los carcinomas de células pequeñas), carcinomas de células transicionales y sarcomas.
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