Tomarla en serio y escucharla. Eso es lo primero que usted debe hacer si una persona le comenta que quiere suicidarse, y es muy importante que lo haga porque de ese modo puede prevenir un desenlace fatal.
“El que se va a matar no avisa” es un prejuicio alejado de la realidad. No debemos suponer a priori que quienes amenazan con suicidarse buscan llamar la atención, pues cada caso es diferente y “pueden terminar suicidándose aunque no sea su intención original”, asegura Alex González Grau, psiquiatra y psicoterapeuta con más de 20 años de experiencia clínica. Lea: Salud mental en Cartagena: ¿Por qué los jóvenes merecen ser escuchados?
De hecho, la gran mayoría de personas que se han suicidado lo han avisado mediante palabras. “De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, ocho de cada diez personas que se suicidan lo avisan mediante palabras, una de diez transmite el mensaje mediante sus actos, y una de cada diez lo hace sin avisar. Las personas avisan porque están en medio de un conflicto entre su parte sana y su parte enferma. Los que no avisan tal vez no quieran recibir ayuda o sencillamente no tienen a quien avisarle”, precisa González.
En Cartagena crece la preocupación por el suicidio. A corte del 25 de marzo de 2023 se registraron 149 intentos y solo durante Semana Santa se reportaron 12 llamadas a la línea del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue) por la misma alerta: intentos de suicidio. El Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis) insta a los padres de familia a estar atentos a las señales que presenten sus hijos.
Factores de riesgo
El especialista en salud mental señala que los factores de riesgo son aquellas circunstancias que aumentan o disminuyen las probabilidades de que el suicidio ocurra.
“El principal factor de riesgo relacionado con el suicidio es padecer un trastorno mental. El padecimiento de un trastorno mental está presente en más del 90 % de los casos de suicidio consumado y en buena parte de los intentos de suicidio. Los trastornos mentales que más se relacionan con el suicidio son los trastornos depresivos, los trastornos bipolares, los trastornos psicóticos (como la esquizofrenia), el estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo y los trastornos relacionados con sustancias recreativas”, explica González.
De acuerdo con el Dadis, los factores de riesgo más frecuentes son: alteración de los pensamientos y emociones, debilitamiento de los vínculos afectivos, soledad, sensación de desamparo, sentido de aislamiento y falta de apoyo social. Así mismo, padecer una enfermedad crónica, intentos suicidas anteriores, historia familiar de abuso o violencia sexual, violencia intrafamiliar, pérdida reciente de un ser querido, el fin de una relación de pareja o el divorcio de los padres y poco apoyo familiar y/o social. Lea: ¿Qué hacer tras un intento de suicidio? Claves para actuar a tiempo
Atentos a las señales
El Dadis señala que aunque algunas personas manifiestan su deseo de quitarse la vida, otras lo mantienen en secreto. Estas son algunas señales que podrían presentar, pero no siempre son evidentes: llanto incesante, agitación o extrema violencia, compra de armas o cuchillos o acumular pastillas, incremento del consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas y cambios repentinos de personalidad.
A estas se suman depresión o un sentido de desesperación, cambiar la rutina normal, incluido el hábito de comer y dormir, regalar pertenencias o poner en orden cuestiones personales y despedirse de los demás como si fuera la última vez.
¿Qué hacer?
Para el abordaje de una persona en riesgo de suicidio es necesaria la hospitalización en una clínica psiquiátrica. “El tratamiento del trastorno psiquiátrico que está generando las ideas o conductas suicidas permitirá que cese el riesgo de cometerlo”, expresa González. Lea: 3 recomendaciones para ayudar a una persona con pensamientos suicidas
Insta a no estigmatizar los trastornos mentales ni sus tratamientos, incluyendo la internación cuando sea necesaria. “Muchas personas se han suicidado porque no fueron hospitalizadas en el momento oportuno. La internación permite tratar el trastorno psiquiátrico subyacente en un entorno seguro”.
El psicoterapeuta es claro. Luchar contra las ideas suicidas de una persona es un esfuerzo en vano.
“No se le debe decir a alguien que se quite determinadas ideas de la cabeza. No se le puede decir que deje de estar pensando en determinado problema y que las cosas mejorarán por sí mismas. Tampoco debemos ponernos de ejemplo ni decir lo que supuestamente haríamos en caso de estar en el lugar del otro. Recordemos que la realidad de esa persona es diferente de nuestra realidad. Tampoco debemos reprochar, criticar, sermonear ni burlarnos”, asegura González, recalcando que si usted no sabe qué decir es mejor callar.
Sobre lo que puedes decirle a una persona que está pensando en provocarse la muerte, agrega: “No hay una respuesta universal. Uno debe decir lo que le nazca y sienta que puede ser útil. Lo que sepamos que es más bello que el silencio”.


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