Cincuenta de las 61 personas que habían fallecido por COVID-19 en Cartagena, hasta ayer, padecían alguna enfermedad crónica. Las principales fueron la hipertensión, la diabetes y las patologías cardiacas, pero en esa lista también figura una enfermedad mental: el alzhéimer. ¿Tiene algo que ver este trastorno en sí con ser más vulnerables o no ante el nuevo virus?
El psiquiatra Francisco Barrios Ayola y la psicóloga clínica Diana Gómez responden esta y otras dudas sobre la relación de las enfermedades mentales con el nuevo coronavirus.
Sobre el alzhéimer
1. “Lo más probable es que la demencia no incremente el riesgo de (complicarse por el) COVID-19; no obstante, los comportamientos relacionados con la demencia, la edad y las afecciones de salud comunes que a menudo acompañan a la demencia sí pueden aumentar el riesgo”, explica Diana Gómez. En las palabras del doctor Francisco Barrios Ayola: “Los pacientes con Enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas suelen ser pacientes de edades avanzadas y con múltiples comorbilidades, lo que los convierte en una población susceptible a complicaciones”.
2. “La infección por COVID-19 en estos pacientes aumenta su riesgo de mortalidad de manera indirecta, debido a que la edad avanzada es el factor de riesgo mejor establecido en ambas enfermedades”, dice el doctor Barrios.
3. Es importante aclarar que varias características propias del deterioro cognitivo presentado en la enfermedad de Alzheimer pueden aumentar el riesgo de contraer la infección debido a la dificultad para seguir las recomendaciones de las autoridades de salud pública y el riesgo inherente al cuidado que debe recibir por parte de un personal de salud y sus familiares. Como Diana explica: “Las personas con la Enfermedad de Alzheimer y cualquier otra demencia, pueden, por ejemplo, olvidarse de lavarse las manos y/o de tomar todas las otras medidas de prevención recomendadas”.
¿Cómo cambia la situación cuando el paciente es también paciente psiquiátrico o padece ya trastornos mentales?
-Diana Gómez: Cambia muchísimo, imaginemos el escenario, solo con la pandemia, es decir, sin que necesariamente hayan sido diagnosticados con COVID-19. Son pacientes que llevan probablemente muchos años aprendiendo a lidiar por ejemplo con un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), o con otro tipo de trastorno de ansiedad, o con sintomatología depresiva, etc. No es para nada difícil imaginar cómo los cuidados, ejemplo, lavado de manos, no salir de casa, distancia social, entre otros, pueden exacerbar la sintomatología que ya tienen, y/o reactivar síntomas o problemas que se pensaban superados. Solo por poner un ejemplo, pensemos en ese paciente, que, tras un largo proceso de terapia cognitivo-conductual, que incluyó reestructuración cognitiva, consiguió dejar de lavarse las manos de manera obsesiva por “miedo a contaminarse”, y que justo ahora lo que le indican es que debe hacerlo como prevención. ¿Cómo creen que se sentirán ante esta situación?
-Francisco Barrios Ayola: Los pacientes con trastornos mentales se ven impactados negativamente por los efectos psicológicos del COVID-19, tal como es el caso de los pacientes con trastornos de ansiedad y depresión, que son susceptibles a la saturación de información de todos los medios, aumentando los niveles de ansiedad y la incertidumbre que rodea el resultado final.
Los pacientes con esquizofrenia, por otro lado, tienen no solo el riesgo de padecer de COVID-19 sino también de otras enfermedades crónicas que ayudan a ensombrecer aún más su pronóstico. Debido al compromiso cognitivo del paciente con esquizofrenia, que le impiden tener un juicio adecuado de realidad, tienen la tendencia de no acatar las medidas o prescripciones impartidas por el gobierno para evitar la propagación de la enfermedad.
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Si usted es familiar de un paciente psiquiátrico que resultó contagiado por COVID-19, es importante que: no modifiquen ni suspendan el tratamiento sin consultar con su psiquiatra y que hagan teleconsultas cada vez que sea necesario.
Además, tenga en cuenta estas recomendaciones:
-Cuide su propia salud mental.
-Ponga en práctica estrategias para el autocuidado, teniendo presente que ni la pandemia, ni la enfermedad mental fue algo que escogieron como familia y que absolutamente nadie, ni el propio afectado ni la familia, es responsable de que haya surgido.
-Aprenda a ponerse límites y a no asumir responsabilidades extras.
-Tenga espacios para sí mismo, trabaje en su autoestima, reúnase virtualmente con amigos, descanse, desconectarse, etc. Entienda que aunque su rol sea de cuidador, no debe olvidarse de usted mismo.
-Específicamente en lo referente a la relación con el familiar con el diagnóstico de enfermedad mental, es muy importante no reaccionar de manera impulsiva en situaciones de conflicto, para no generar ciclos de desgaste. Cada caso es distinto pero si ya existe un diagnóstico, lo más seguro es que ya tengan también en un entrenamiento y/o recomendaciones puntuales (por parte del médico tratante), de acuerdo al caso, en situaciones de crisis. Particularmente recomiendo tenerlo incluso por escrito.
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