Factores como una alimentación deficiente, tomar pocos líquidos, no hacer ejercicio de manera regular e, incluso, el uso de algunos medicamentos perjudican seriamente nuestro tránsito intestinal y entonces aparece el estreñimiento.
Si eres una de esas personas para las que ir al baño a evacuar es una tortura, entonces las siguientes recomendaciones son para ti:
Prueba primero con la comida
Expertos de la Clínica Mayo explican que “la frecuencia de la defecación varía, pero, en general, las personas evacúan tres veces por día y otras, tres veces por semana. Si tienes menos defecaciones que lo normal para ti, es posible que estés estreñido. Además, el estreñimiento puede estar acompañado de heces duras, secas o pequeñas que son difíciles de evacuar”. Lee aquí: Consecuencias de no tratar el estreñimiento
Antes de pensar en laxantes, los expertos recomiendan:
1. Consume alimentos ricos en fibra, como salvado de trigo, frutas y verduras frescas, y avena. ¿Sabías que un adulto promedio debe consumir entre 25 y 31 gramos de fibra por día?
2. Otro hábito increíblemente importante es tomar agua. “Bebe mucha cantidad de líquido todos los días, unos 8 o 10 vasos (8 onzas) de bebidas descafeinadas no alcohólicas durante el día”, añaden desde la Clínica Mayo.
3. ¡Haz ejercicio de forma regular! La actividad física te ayudará a mejorar muchas cosas, entre esas, el estreñimiento.
Importante: sé cuidadoso con los laxantes
Hay muchos laxantes de venta libre seguros y eficaces para tratar el estreñimiento ocasional de diversas formas. Es muy importante leer atentamente las instrucciones de la etiqueta y usarlos según las indicaciones. Es clave que tengas en cuenta que el uso excesivo de laxantes puede hacer que te vuelvas dependiente de ellos para defecar... y esa tampoco es la idea.
“Los laxantes funcionan de diferentes maneras, y la eficacia de cada tipo de laxante varía según la persona. En general, los laxantes formadores de masa, también conocidos como suplementos de fibra, son los más suaves para el cuerpo y los más seguros de usar a largo plazo. Metamucil y Citrucel entran en esta categoría”, explican expertos de la Clínica Mayo.
El segundo tipo está compuesto por los formadores de masa por vía oral (Benefiber, Citrucel, FiberCon, Metamucil); estos absorben agua para formar heces blandas y voluminosas, lo que provoca la contracción normal de los músculos intestinales. Efectos secundarios: hinchazón, gases, calambres o aumento del estreñimiento si no se los toma con suficiente agua.
Ablandadores de heces por vía oral (Colace, Surfak). Agregan humedad a las heces para ablandarlas y permitir la defecación sin esfuerzo. Efectos secundarios: desequilibrio electrolítico por uso prolongado.
Estimulantes por vía oral (Dulcolax, Senokot). Estos activan las contracciones rítmicas de los músculos intestinales para eliminar las heces. Efectos secundarios: eructos, calambres, diarrea, náuseas, decoloración de la orina por uso de derivados de sen y cáscara sagrada.
Supositorios por vía rectal (Dulcolax, Pedia-Lax). Activan las contracciones rítmicas de los músculos intestinales y ablandan las heces. Pueden causar irritación rectal, diarrea, calambres. Lee además: Lo que puede hacer contra el estreñimiento
Es importante que consideres, antes de tomar laxantes, que estos tienen riesgos como:
-Interacción con otros medicamentos.
-Complicación de afecciones.
-Precauciones para mujeres embarazadas y niños.
Ojo: si has dado a luz recientemente, consulta a tu médico antes de usar laxantes. Aunque suelen ser seguros durante la lactancia, algunos ingredientes pueden pasar a la leche materna y provocar diarrea en los bebés en período de lactancia.
-Calambres o dolores abdominales intensos
-Cambios inexplicables en los patrones de defecación
-Diarrea intensa
-Heces con sangre o sangrado rectal
-Estreñimiento que dura más de siete días a pesar del uso de laxantes
-Debilidad o cansancio fuera de lo común
-Mareos