Francia Elena Acosta Torres estaba esa mañana del 11 de julio en su casa cuando su expareja llegó violentamente. Con una mona (martillo grande) partió el candado de la puerta principal y sin darle tiempo de escape ni defenderse, el hombre la acuchilló 14 veces.
La mujer, de 38 años y madre de dos hijas, sufrió las lesiones en su mayoría en ambos brazos tratando de protegerse. Pese a sus esfuerzos, también la atacaron con sevicia en el pecho y la espalda. Murió antes de ser atendida por los médicos. Le puede interesar: A prisión por feminicidio de Francia Acosta en Olaya: la acuchilló 14 veces
Francia es una de las tres mujeres asesinadas este año en Cartagena en casos de feminicidio y el primero con una condena. Yacer Enrique Pérez Quiroz, su expareja, ha sido sentenciado a 32 años de prisión por un juez con funciones de Conocimiento.
El feroz ataque contra Francia, señala la Fiscalía, “se produjo debido a la negativa de la mujer para continuar la relación sentimental con el hombre, de 46, años. Cometido el crimen, el ahora condenado huyó e intentó auto lesionarse, pero fue capturado por la Policía en la variante Mamonal-Gambote, escondido en medio de la maleza”. Le puedo sugerir: El cruel feminicidio de Dany: esoterismo, engaños y una relación de 3 meses
El ente acusador asegura que ante la contundencia del material de prueba que aportó en el juicio oral, el procesado decidió aceptar su responsabilidad en el delito de feminicidio agravado y realizó un preacuerdo con la Fiscalía.
Yacer estuvo internado en el HUC desde el mismo día en que ocurrió el homicidio de Francia porque habría intentado acabar con su vida ingiriendo una sustancia altamente tóxica. El efecto que causó esa sustancia lo puso entre la vida y la muerte.
“No quiero nada contigo”
Esa frase, cuentan sus vecinos, se la gritó Francia a Yacer cuando él bien temprano fue su casa. Al poco rato regresó con el cuchillo y la “mona” y ocurrió la tragedia. Lea también: A condenado por feminicidio lo delató su pareja minutos antes de morir
Francia residía con sus hijas y otros familiares en el sector La Magdalena, del barrio Olaya Herrera. Sus vecinos aseguran que aunque ella y Yacer sostuvieron una relación sentimental, nunca vivieron juntos.
Para esos días él tenía otro compromiso con una mujer en ese mismo barrio y por eso es que muchos no entienden todavía por qué tuvo que actuar de esa manera.
Aprovechando que estaba sola, llegó armado no solo con el cuchillo, sino con la mona. Con esa herramienta partió el candado de la puerta principal de la vivienda y de inmediato se abalanzó sobre su sorprendida víctima, que no pudo defenderse. En una esquina de la pequeña terraza quedó el rústico cuchillo que utilizaron para asesinarla.
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