La tecnología ha sido un agente transformador dentro de las dinámicas comunicativas que se han manifestado en la historia. La radio, la televisión y la prensa fueron, en su momento, avances tecnológicos que prometían acabar con su antecesor. La prensa escrita se vio amenazada por la radio que, a su vez, temió por su existencia cuando llegó la televisión.
Sin embargo, cada medio siguió vigente y hasta el día de hoy se siguen utilizando con frecuencia demostrando que los usuarios lo que necesitan es contar con toda clase de alternativas multimediales que les permitan comunicarse bajo cualquier circunstancia.
Las necesidades comunicativas de los usuarios se fueron cumpliendo al 100 % desde la aparición de tecnologías como el internet que, hoy por hoy, se encuentra presente en una buena cantidad de dispositivos que cada día son más veloces, portables, poderosos e inteligentes.
La industria televisiva ahora tiene un amplio abanico de decisiones que tomar frente a las tecnologías de la información y la comunicación y en AndinaLink 2014 se ha dejado claro que ninguna de esas decisiones puede ser el rechazo o desconocimiento de un mundo cada vez más conectado e interactivo.
La convergencia de la televisión y las TIC es el camino claro para la industria. Andrey Lee, consultor experto en tecnologías de video y cable para Latinoamérica de Cisco, planteó una radiografía de lo importante que es la convergencia para la industria.
EL ESCENARIO
Lee dividió la historia de las TIC y la televisión en tres momentos que marcaron profundamente la forma en que las personas consumen contenido audiovisual.
En una primera ola, los contenidos generados por usuarios empezaron a popularizarse hace algo más de 5 años con portales como Youtube creando una generación de video sobre IP. No fue un fenómeno aislado ya que esto despertó interés en algunas compañías que, si bien no se arriesgaron a una dinámica tan novedosa, sí advirtieron el cambio que se avecinaba.
En la siguiente etapa, la empresas comenzaron a lanzarse de lleno a este modelo de negocio y empresas como Netflix (que en su momento distribuía películas por medios físicos) ahora realizaban streaming de video. Hoy por hoy, esta empresa ostenta alrededor de 44 millones de usuarios, una cifra que está muy por encima de cualquier cableoperador del mundo.
Finalmente, y en un momento contemporáneo de la historia, la televisión está asimilando el cambio que traen las TIC y ahora las interfaces y distribución de contenido son mucho más personalizadas otorgando libertad, más allá de la tradicional parrilla de programación.
“El mercado está respondiendo a la demanda y es importante que el fenómeno de las TIC se siga acogiendo para garantizar la vigencia de la televisión. La convergencia es la clave para que la TV madure al mismo ritmo de las tecnologías”, afirmó Andrey Lee durante su intervención.
LAS OPCIONES
Para Lee, existen cuatro posibilidades para las operadoras de cable permitan apropiarse y aprovechar la forma en que la televisión es consumida en la actualidad por las nuevas generaciones.
En una primera instancia, la industria puede empezar a acoger la tecnología y hacerla parte visible en su oferta comercial. Darle al usuario herramientas que le permitan gozar del contenido de su cableoperador con la ventaja que ofrecen las nuevas tecnologías. Ofrecer la transmisión de la parrilla de programación a través de otros canales como páginas web y aplicativos móviles.
Por otro lado, también existe la posibilidad de enriquecer la experiencia del usuario a través de diferentes alternativas. Se busca darle valor agregado basado en TIC al consumidor del cableoperador. Esta opción se pueden dar a través de diferentes estrategias, por ejemplo, un aplicativo que permita visualizar los objetos usados en una serie o película y poderlos comprar. “Comprar los zapatos que está usando un actor sería una gran idea sin mencionar lo rentable que podría llegar a ser”, comentó Lee a la audiencia.
La tercera opción para las cableoperadoras es extender el uso de diferentes dispositivos encadenados al televisor. Hoy en día, con la compatibilidad entre dispositivos (labor importante de fabricantes) es posible convertir un cableoperador en el proveedor central de contenido multimedia del hogar. “Instalar un dispositivo centralizado en la casa es la forma más efectiva de crear convergencia”, explicó Lee.
Finalmente, los cableoperadores pueden envolver todas las tecnologías que existen en la actualidad y ser parte activa de este negocio que ha cambiado la forma de consumir contenido en los usuarios. Crear acuerdos entre compañías de internet y cableoperadores es, tal vez, una de las formas más inteligentes de llegar a la convergencia. Un ejemplo claro de esto es el reciente acuerdo entre Comcast y Netflix, donde el operador paga al servicio de streaming por publicar su contenido en la página. (Lea Aquí: Acuerdo Netflix-Comcast plantea cuestión del costo de contenidos de Internet)
Es importante aclarar que la combinación de cualquiera de las opciones podría resultar en una fórmula muy exitosa. Lo anterior quiere decir, que el cableoperador podría acoger, enriquecer, extender y envolver al mismo tiempo dependiendo de cómo se muevan sus número financieros.
LOS RETOS
En la actualidad, existen varios retos concretos que le facilitarían a los operadores consumar la escogencia de cualquiera de las opciones de convergencia descritas anteriormente.
“Los servicios de televisión y el internet están compartiendo el mismo ambiente. La dinámica de la televisión y el internet ya no son dos servicios separados”, explica Lee.
En ese orden de ideas, el cableoperador y sus programadores deben encontrar la manera, a través de diferentes herramientas tecnológicas, de generar contenidos con múltiples formatos con contenidos para descarga, streaming e implementar sistemas que soporten la experiencia multipantalla.
“También se debe empezar a pensar en formas de especializar la publicidad dependiendo del usuario que esté consumiendo contenido. Mi hijo, por ejemplo, cuando ve caricaturas en televisión y el canal se va a comerciales, enseguida toma su tableta y consume otro tipo de contenido que le interese”, ilustró Andrey Lee.
En definitiva, la industria de la televisión no debería ver las tecnologías como un enemigo o competencia, debería verlo como la oportunidad de resurgir de una manera novedosa, rentable y acorde a los tiempos donde la tecnología permea cada aspecto de la vida.
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