Fabricar ropa produce un 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, de acuerdo con Elisa Tonda, jefa de la Unidad de Consumo y Producción del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
Una de las prácticas más cuestionadas consiste en quemar piezas de alta demanda, tanto aquellas que resultaron con pequeños defectos como las que salieron completamente defectusas. Esto, por mencionar uno de los tantos métodos negativos que ha tenido la producción de prendas en la historia. Lea: Esta es la cantidad de desechos que se sacaron en Las Quintas y Bazurto
En una era más consciente sobre el impacto ambiental que causan distintas actividades económicas, las empresas textiles y de confecciones han ido buscando alternativas para mitigar el daño provocado a la ‘Madre Tierra’ en cada una de sus etapas de producción.
Un ejemplo es la compañía colombiana Crystal. El Universal visitó la planta ubicada en el municipio de Marinilla, en Antioquia, la cual tiene un área de 107 mil metros cuadrados, de los cuales 30 mil están construidos.
Con máquinas de última tecnología le han apostado a métodos de producción como el uso de aire comprimido, el cual reduce el consumo energético.
También el suavizado en seco a través de máquinas de absorción, en vez del método de sumersión. El uso de bolsas recicladas biodegradables, la supresión del papel, iluminación natural en las plantas para menor consumo de energía eléctrica y, a propósito, un proyecto de paneles solares.


Felipe Ortega, gerente de Mantenimiento Corporativo.
La eficiencia de la compañía se mide en metros producidos por unidad de kilovatios consumidos, es decir, la idea es producir más tela con un menor consumo energético.
En cuanto al consumo de agua, “se aprovecha el agua residual del proceso de tintura, la cual sale caliente, para calentar agua limpia para otros procesos”, aseguró Ortega.
No solo eso, también se realiza un tratamiento de agua residual, el cual elimina ciertos microorganismos y separa el material sedimentado a través de dos sistemas, biológico y físico-químico, en un lapso de 24 horas.
En total se tratan 13 litros de agua por segundo, los cuales quedan en condiciones de ser vertidos en el río. También lea: ¡Se va la luz! Sectores donde suspenderán servicio entre el 26 y 28 de enero
Sin duda, pese a que se implementen estos métodos, la industria de textiles y confecciones no se convierte en una práctica 100 por ciento ambiental, sin embargo, contribuyen a disminuir el impacto negativo que la producción de ropa tiene en el medio ambiente.
En el marco de Colombiatex de las Américas 2023, feria de moda realizada en la ciudad de Medellín, se conocerán un sinfín de emprendimientos que se preocupan por la sostenibilidad ambiental al momento de elaborar sus piezas.
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