La alegría que transmite Alexánder Martínez Romero lo hace diferente a las demás personas que desarrollan su misma actividad laboral, método que utiliza para atraer a los clientes y responder a las expectativas de quienes lo contratan para atender un call center.
Pocas personas pueden verlo, excepto algunos usuarios que hacen videollamadas, pero él siempre está sonriente con sus gafas oscuras, aunque detrás de estas no existe forma de ver los colores del entorno, tan solo se los imagina. Lea aquí: La pareja de ciegos que palpó por primera vez la ecografía de su hijo
Alexánder es programador de plataformas digitales para personas con discapacidad visual y técnico en mercadeo y atención al cliente. A los 18 meses de nacido quedó ciego y vive con sus abuelos en el sector El Ají de Turbaco. Tiene 33 años y aún no conoce las causas de su limitación, pues cuenta que la explicación que le dio su mamá es que estaría relacionada con una fiebre alta que tuvo cuando era un bebé.
“A esa edad, uno no tiene conciencia de los colores de la vida. Me acostumbré a vivir en la oscuridad, aunque me imagino las cosas. Por ejemplo, para mí todas las mujeres son bonitas, no hay mujeres feas, sino mal arregladas. Y lo bacano es que ellas tienen sus valores y son más hermosas por lo que llevan en el corazón”, dice.
El hombre señala que la limitación visual que tiene no le impide trabajar. “Mi discapacidad no es sinónimo de incapacidad, por eso siempre me ha gustado aprender de todo. Mi familia me motivó para que no bajara la guardia, todos los días me levanto a las 6 de la mañana y comienzo a hacer ejercicio y practico la herramienta más poderosa que tiene el hombre: la lectura”, comenta Alexander. Lea también: Así es la odisea de viajar en bus de Cartagena a Turbaco
Y sigue: “Yo recibía clases junto con tres amigos más en una improvisada sala en la Casa de Cultura de Turbaco, pero un día llegó Irmelia Zuleta siendo rectora de la Institución La Buena Esperanza y gestionó la firma de un convenio con la Secretaría de Educación. Recuerdo que nos llevó para el plantel en el barrio La Conquista. Allí aprendí a leer y escribir con el sistema braille, me gustaba hacer poemas románticos y los exponía en la clase. Todo eso de la mano del profesor Jacinto Blanco, quien también es ciego. En esa institución alcancé el sueño de graduarme de bachiller”.
En aras de seguir la meta de aprender algo más, logró ingresar al Sena, donde estudió mercadeo y atención al cliente. Esto fue posible a través del manejo de Jaws, que es un software especial para personas con discapacidad visual que convierte la voz en información y texto.
Deportista
Alexánder integró el equipo de deportistas de Turbaco que participó en las competencias nacionales realizadas en Cali, La Guajira, Medellín y Bogotá. En esos encuentros se destacó en los Juegos Paranacionales de 2006, donde se alzó con las preseas doradas en atletismo, en las categorías 100 y 200 metros. También se destacó en el lanzamiento de bala.
En el 2008, cuando participaba en atletismo en el campeonato nacional, tuvo la oportunidad de practicar fútbol. Recuerda que un día estaba en las competencias y escuchó el cascabel adaptado a un balón.
“Eso me despertó el talento y la adrenalina. Le pedí al profesor que me incluyera en el equipo y ese día ganamos, yo hice dos goles. Hoy quiero que me incluyan en la Liga de Fútbol de Bolívar como representante de las personas con discapacidades visuales”, dice.
Más oportunidades
Alexánder habla por quienes tienen este tipo de limitaciones y pide un auxilio económico, porque las oportunidades de trabajo son pocas, pese a estar amparados por la Ley.
“Con Yinet Puello, que es la que maneja en el enlace del Programa de Discapacitados en Turbaco, hemos logrado que en los colegios se instalen plataformas Jaws para atender a las personas con discapacidad visual y recalcar que la discapacidad no es sinónimo de incapacidad”, dice.
De la misma manera, sostuvo que están elaborando una política pública para la atención en servicios de orientación profesional, de inclusión educativa y social.
“Con las TIC y la Cámara de Comercio trabajamos en el programa de apoyo al emprendimiento con 15 personas que han presentado las iniciativas para fortalecer su sostenimiento”, concluyó.