En la isla de Tierrabomba, los habitantes afirman estar abandonados por el Gobierno nacional y la Alcaldía de Cartagena. Allí no existe el servicio de agua potable, clave para el lavado de manos en estos tiempos de pandemia, y tampoco hay un óptimo servicio de salud, de hecho ni siquiera cuentan con un hospital o CAP para atender sus emergencias.
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Por eso, entre todos los residentes están aunando esfuerzos para prevenir la llegada del COVID-19, que hasta ahora afortunadamente no los ha tocado. Es por eso que el domingo, al notar la presencia de una lancha desconocida y de personas foráneas en cercanías de sus playas, llamaron a las unidades de Guardacostas para que hicieran una intervención, fue así como los funcionarios arribaron al lugar y se llevaron a estos desconocidos que fueron puestos a disposición de las autoridades competentes.
“Es la primera lancha que intervienen porque la comunidad se alzó, pero lo más triste de todo es que el primer caso de COVID-19 que se registró en Cartagena llegó por vía marítima, en una mujer de 85 años que desembarcó de un crucero. A raíz de eso a través del decreto 499 quedó prohibido el zarpe de todas las embarcaciones turísticas y comerciales desde y hasta las playas urbanas, corregimentales e insulares de la ciudad, por eso el día domingo hubo una violación del decreto, fue un hecho demasiado grave que puso en riesgo a todas las poblaciones de la isla”, aseveró el reconocido líder comunal de la zona, Wilman Herrera Imitola.
Cabe recordar que Tierrabomba se compone de cuatro comunidades: Tierrabomba (le da el nombre a toda la isla), Caño de Loro, Bocachica y Punta Arena, que entre todas suman cerca de 15 mil habitantes.
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Los moradores añadieron que las autoridades de salud del Distrito no han hecho un cerco epidemiológico en la zona, ni han llegado con estrategias de prevención o medidas para combatir la enfermedad.
“El llamado que les hacemos a las autoridades marítimas es que por favor ejerzan más controles, que haya más prevención, ya que existe un decreto vigente que prohibe este tipo de actividades turísticas. Estas personas cometieron una contravención a las normas y pusieron en riesgo a todos los lugareños”, finalizó Herrera.
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