Desprotegido y vulnerado por la acción u omisión de las autoridades competentes, pero también por la de cartageneros y visitantes, se ha visto en más de una ocasión el patrimonio histórico de Cartagena.
El Universal le recuerda cinco polémicas por atentados registrados por medios de comunicación, que generaron rechazo entre la ciudadanía.
Grafitis
El 30 de diciembre de 2016, inescrupulosos pintaron grafitis en la cortina de muralla que se extiende en el Baluarte de San Miguel de Chambacú, sector Puerto Duro.
La pintura fue repudiada por la ciudadanía y retirada por la Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar), que en su momento explicó que “para borrar los grafitis es necesario aplicar una técnica mediante la que se limpia cuidadosamente la piedra y una vez termina este proceso, que en cualquier caso es mínimamente invasivo, se utiliza una mezcla que permite consolidar la zona afectada”.
Esta polémica acción no era una novedad sino que significó el regreso de los grafitis a las murallas, pues, el 6 de mayo de 2014, este “acto criminal” afeó varios sectores de la cortina de muralla que une a los baluartes Santa Clara y La Merced.
Dadas las figuras y leyendas encontradas en las fortificaciones, se infirió que algunas fueron pintadas por hinchas de equipos que llegaron a la ciudad a apoyar a clubes de fútbol profesional.
“Rechazamos rotundamente esta acción que deteriora estéticamente los monumentos y solicitamos a los ciudadanos y a todos los que quieren la ciudad, sean turistas o residentes, se abstengan de utilizar los sitios históricos para esta clase de actividades, ya que jamás se había presentado algo similar en Cartagena”, dijo con vehemencia en este entonces el director de la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito, Bernardo Romero Parra. Lea aquí: Murallas de Cartagena son utilizadas como murales
Falta de cultura ciudadana
Además de los rastros de grafitis, los fuertes olores a orín en algunas paredes de las murallas que rodean el barrio San Diego evidenciaron el 18 de julio de 2014 la falta de cultura ciudadana por parte de propios y turistas.
El uso de las mismas para tender ropa, en El Pedregal, atizaron la indignación.
Pese al furor de esta polémica, en 2016 volvió a ser visto el tendedero de ropa en las murallas de El Pedregal.
Extractores
Comentarios a favor y en contra obtuvieron los extractores de aire acondicionado y de calor instalados en el Baluarte San José, en el sector El Pedregal de Getsemaní, para un proyecto del Ministerio de Cultura que sería operado por la Etcar.
La Escuela Taller informó que las obras se iniciaron en enero de 2017 para la adecuación de la casamata (bóveda) del baluarte, y que correspondían a la implementación de la primera fase del proyecto Diáspora Africana en Colombia, liderado por Mincultura.
Este pretendía incidir en el “reconocimiento, justicia y desarrollo de la población afrocolombiana, que permita visibilizar su participación en la construcción de la Nación y los territorios propios”, y su primera fase estaba dedicada a la cocina tradicional de la diáspora africana en Cartagena.
Sin embargo, cartageneros y residentes de Getsemaní consideraron que los extractores representaban un riesgo para el patrimonio y que el proyecto podría convertirse en una forma de que particulares se apropiaran de la muralla. La polémica saltó a la opinión pública el 6 de enero de 2019 y al día siguiente ya el extractor de calor había sido retirado. Lea aquí: Mincultura quita extractor, y dice que ‘recupera inmuebles en desuso’
1. Aquarela
Tras levantar 25 de los 30 pisos de la torre 1, esta construcción se suspendió en octubre de 2017 y desde entonces va y viene de los titulares de los medios de comunicación.
Es que este edificio que se alza a escasos 200 metros del Castillo San Felipe de Barajas constituye un problema para que la ciudad conserve su distinción de Patrimonio de la Humanidad. Lea: Patrimonio en riesgo: top 5 de los factores que afectan al Centro Histórico
El pasado 10 de julio se difundió que el Gobierno nacional logró un nuevo plazo para ejecutar la demolición de Aquarela. Debido a todas las dificultades que trajo la pandemia de la COVID-19, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) fijó como fecha límite el primero de diciembre de 2022. Lea aquí: Nuevo plazo para demoler Aquarela: diciembre 2022
“Son muy claros en que Aquarela hay que quitarlo, si uno lee el numeral 8 expresan su gran preocupación por el impacto negativo que genera el proyecto al patrimonio. Estamos convencidos que el alcalde de Cartagena y el Gobierno nacional harán todo lo posible para que Cartagena no salga de la lista de Patrimonio de la Humanidad”, aseguró Isabela Restrepo, del colectivo de residentes Somos Centro Histórico.
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