Cartagena


Viruela del mono: ABC del nuevo virus que llegó a Cartagena

La OMS enfatiza que “la herramienta más poderosa contra la viruela del mono es la información”. Insta al autocuidado.

COLPRENSA

05 de agosto de 2022 03:54 PM

La Organización Mundial de la Salud, OMS, sigue en alerta alta por la viruela del mono (también conocida como viruela símica). Este virus fue declarado el 23 de julio como “emergencia de salud pública de importancia internacional”, debido a las cifras de contagio que se han incrementado en los meses recientes. Lea: ¡Atención! Cartagena registra primer caso de viruela del mono

Es importante aclarar que esta enfermedad no es nueva, ya que el primer registro de la patología data de 1958 en una población asiática de monos, y es hasta 1970 que se conoce el primer caso de la viruela símica, en un niño de 9 años de la República Democrática del Congo, según los registros de la OMS.

En Colombia, hasta este viernes 5 de agosto, el Instituto Nacional de Salud, INS, reportó 43 casos de viruela del mono, algunos de los cuales han sido primeros casos confirmados esta semana en Tolima, La Guajira, Santander y Cartagena. Lea: Colombia registra 43 casos de viruela símica aún concentrada en hombres

El 23 de julio, el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, resaltó en un comunicado que desde el pasado 30 de mayo, en conjunto con el INS, se inició la fase de ‘vigilancia intensificada’, con el seguimiento de casos a nivel nacional. Llamado que ha sido atendido también por las autoridades de salud regionales del país.

Según el epidemiólogo de Universidad del Rosario, Carlos Enrique Trillos, la viruela del mono, “es una zoonosis; una enfermedad transmitida de los animales al hombre, causada por un Orthopoxvirus, un virus que contiene ADN. Existen dos tipos: el centroafricano (de la cuenca del Congo) y el de África Occidental, siendo más agresivo el primero, aunque el responsable del brote actual es el occidental”.

Esta puede llegar a tener un cuadro clínico muy similar a la viruela humana, pero su principal diferencia radica no solo en la severidad, sino en la letalidad.

La viruela humana fue erradicada gracias a la vacunación y acciones articuladas a la salud pública en 1980, según la OMS. Esta “tuvo una mortalidad del 30 %, mientras la viruela símica, en este reciente brote con la variante occidental, ha mostrado una letalidad del 0.03% o inferior, con cifras de mortalidad con la variante centroafricana hasta del 10 %”, explica el epidemiólogo.

El experto hizo parte de un informe dedicado a profundizar en la enfermedad, realizado por ‘Pesquisa Javeriana’, revista de divulgación y periodismo científico de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia, hecho con diferentes especialistas.

María Fernanda Gutiérrez, viróloga y profesora del Departamento de Microbiología de la Pontificia Universidad Javeriana, que participó del informe, afirmó que este virus no tendría un comportamiento similar al covid. Lea: EE. UU. declara una emergencia sanitaria nacional por la viruela del mono

“La principal diferencia es que el ácido nucleico de covid es el ARN. En cambio, el de la viruela del mono es ADN, es decir, el covid hace muchas mutaciones, tal como lo vimos con las variantes. Por el contrario, la viruela símica no muta, es estable, así que uno puede seguir fácilmente el virus y saber de dónde vino y cómo llegó”.

Una diferencia entre el virus del covid y la viruela humana, es que este mutó y se adaptó a vivir en el organismo, convirtiéndose así en un virus humano, explicó la viróloga Gutiérrez.

Por otra parte, Trillos aclara que “el ritmo de mutación es menor que el de SARS-CoV-1, ya que se han descrito más de 50 mutaciones del covid, lo cual es un cambio en el agente que incide en su transmisión, por lo que lo convierte en objetivo de estudio en la actualidad”.

Todavía no es posible saber si la viruela del mono muta, a tal punto que logre una mejor adaptación.

¿Por qué la alerta?

Para los especialistas consultados, la respuesta proviene de la manera en la que se transmite. El Instituto Nacional de Salud explica que para las personas el contagio se da por contacto con un animal o humano infectado, y la incubación del virus puede oscilar entre 5 y 21 días.

Al respecto, la viróloga Gutiérrez menciona que es “a través del contacto estrecho, donde exista roce de piel con piel o haya presencia de fluidos y demás secreciones, como la saliva, el flujo vaginal, el semen o las partículas que suelta el estornudo”. Lea: Viruela del mono en Cartagena: ¿Cómo se transmite este virus?

También es importante tener presente que, al ser una zoonosis, el contagio puede surgir del consumo de animales silvestres, el contacto con estos y su manipulación.

“Hay que recordar que el último brote se extendió rápidamente luego de eventos sociales, fiestas, con gran concurrencia, relaciones sexuales entre hombres, con parejas ocasionales, que en muchos casos quedaron sin la posibilidad de rastreo, lo cual facilitó su propagación. A esto se ha sumado la gran movilidad internacional en el mundo”, reflexiona el epidemiólogo Carlos Trillo. Lea: ¡Atento! Estos son los síntomas de la viruela del mono

Monkeypox, es el nombre en inglés que recibe la viruela del mono.

Luego de la fase de incubación, comienza una fase conocida como ‘prodrómica’, en donde aparecen los síntomas de dolor de cabeza, inflamación de ganglios linfáticos y malestar general. Desde este momento, la persona portadora del virus comienza a ser transmisora del mismo.

Trillo complementa que “del primer al tercer día, luego del inicio de la fiebre, aparece una erupción cutánea, caracterizada por lesiones puntiformes rojizas, que crecen y se convierten en vesículas. Inicia de la cara hacia abajo, compromete palmas y plantas, así como genitales, las cuales pueden sobreinfectar llenándose de pus. Luego, estas se secan y forman costras, que posteriormente cicatrizan”.

Es por esta razón que, al igual que el covid-19, la persona debe aislarse para evitar contagiar a quienes le rodean. El inmunólogo de la Universidad de Los Andes, John Mario González, opina que el tiempo que un individuo dura en confinamiento depende de la valoración médica, porque a pesar de que lo habitual sea que dure de dos a cuatro semanas, “toca esperar hasta que no haya lesiones frescas y estén secas las costras, porque es a partir de ese momento que se deja de transmitir”. Además, se deben hacer pruebas moleculares para confirmar la presencia del virus.

El epidemiólogo Trillo agrega que “de acuerdo con los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, la transmisión se da desde el inicio de los síntomas hasta que las lesiones de piel hayan sanado completamente. No hay evidencia de que se transmita por semen o fluidos vaginales de personas asintomáticas. La duración de la enfermedad es de 2 a 4 semanas”.

En cuanto a las valoraciones para detectar la viruela símica, el INS hizo una claridad, respecto a las características de los exámenes de laboratorio, virología e histologías. Estos se pueden realizar por medio de un hisopado orofaríngeo o nasofaríngeo; una biopsia exantema vesiculopustuloso o techo de una lesión vesicular intacta; la detección de IgM (inmunoglobulina) dentro de los primeros 5 días de ocurrencia.

Cualquier persona se puede infectar, por lo cual se recomienda no relajarse con los cuidados. A pesar de que no es una enfermedad mortal, existen riesgos y pueden presentarse complicaciones. Por ejemplo, personas con problemas de inmunidad, tales como las personas con VIH y niños en estado de desnutrición.

Precisamente, los pacientes que son más vulnerables y con riesgo de contagio son, según el epidemiólogo de la Universidad del Rosario, “los más jóvenes, sin antecedentes de vacunación contra la viruela, sexualmente activos, especialmente hombres que tienen relaciones con hombres; contactos cercanos con casos sospechosos o confirmados, y trabajadores de la salud, que atienden personas infectadas o personas que potencialmente puedan estarlo”.

Finalmente, la OMS realizó una serie de recomendaciones que van dirigidas a la prevención, colaboración coordinada entre estados, comunicación oportuna, la participación de comunidades, entre otras. Incluyen medidas preventivas y de manejo oportuno, intensificación de la vigilancia epidemiológica, así como de controles migratorios, la creación de conciencia de prevención y detección temprana en la población, sin estigmatización de grupos humanos.

Tedros Adhamon Ghebreyesus, director general de la OMS, enfatiza que “la herramienta más poderosa que tenemos contra la viruela del mono es la información”. El llamado nuevamente, es al autocuidado.

Entender el virus
La clave es reducir al máximo la exposición. Para detener la propagación del virus hay que entender cómo se transmite. Con las conductas de riesgo o contacto estrecho con casos, se debe acudir al médico y notificarlo. En algunos países se evalúa la opción de vacunación de personas de alto riesgo.

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