Al hablar de vivienda compartida surgen muchos interrogantes, esa no suele ser una idea que a muchos ilusione, sin embargo, cuando se conoce exactamente de qué se trata este tipo de inversión que está muy actual, sobre todo en Cartagena, se despejan dudas y hasta se contempla en algún momento entrar en este tipo de negocio.
Se habla de propiedad fraccionada o compartida, un término poco asociado a un negocio rentable, pero que ahora toma otra connotación en el sector inmobiliario, por tratarse de un proyecto para invertir y llegar a contar con un inmueble que va a generar ingresos siempre.
Generalmente esta figura es aplicable a los inmuebles de lujo, con un alto valor en el mercado y que una sola persona no podría financiar, sin embargo, al tratarse de una propiedad fraccionada, como su nombre lo indica, se divide su compra entre un número limitado de socios que pagarán a partes iguales el total. (La oficina se trasladó a casa, consejos para no vivir con el trabajo)
La finalidad es clara, todos tendrán el mismo derecho sobre el inmueble y su uso será pactado en días o meses, cabe anotar, que uno de los inversionistas puede acceder a más de una fracción del costo y por tanto contará con más capital sobre el mismo, de igual forma el mantenimiento también se divide en partes iguales.
Este sistema está tomando auge en ciudades turísticas, sin dejar de lado los destinos de negocio, donde lo que se desea es contar con un espacio propio para disfrutar en periodos estipulados en el año, explica el arquitecto Rodrigo Arteaga.
Una buena inversión
La propiedad fraccionada no solo es ese espacio que se disfruta entre los socios inversionistas, también es la opción para producir ingresos que beneficien a todos. Al considerarse una compra de alto valor, generalmente ubicada en un exclusivo sector, su renta en temporadas está garantizada y se puede establecer precio dependiendo de los servicios que ofrezca el inmueble, indica el experto.
Como todo negocio, existen ventajas y desventajas, aunque a toda luz se puede advertir que lo primero se generaliza en esta transacción que empieza por adquirirse sin que haya representado para quienes intervienen en la compra una enorme suma, porque sencillamente se dividió en partes iguales, de otra parte, su mantenimiento es compartido, así como los gastos que se generen en el tiempo.
El disfrute de todo lo que conlleve el inmueble es inherente a su compra, por tanto las amenidades como gimnasio, piscina, spa, entre otros, estarán disponibles todo el tiempo, haciendo más agradable la estancia en él.
Como se indicó anteriormente, la opción del arriendo a tercero con el fin de generar ingresos compartidos también es una iniciativa válida en este tipo de compras, por lo que si está ubicado en un lugar privilegiado, la ganancia permanente está asegurada.
Con todo lo expuesto, se percibe que la valorización del inmueble en el tiempo es aprovechable para contar a futuro con una ganancia en el caso de ser vendido, la cual también será dividida en partes iguales.
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