Energías renovables en Colombia: grandes pasos y metas por cumplir

El país ha dado los primeros pasos hacia la transición energética para hacerle frente al cambio climático y cumplir con los compromisos internacionales

El presidente de Colombia, Iván Duque, movió la muñeca en Cartagena y echó a andar el primer carro impulsado por hidrógeno en el país. Sin duda, un punto importante en el camino a la transición energética que ya tiene varias metas trazadas para ser alcanzadas al finalizar esta década, exactamente en 2030.

Transporte de carga, de pasajeros y vehículos personales son el foco del Gobierno como la parte principal de esa transición hacia energías renovables o de cero emisiones en Colombia. Cómo se generará esa energía es la decisión que debe tomarse o si se opta por seguir las variables de generación eléctrica, algunas de las cuales ya están en marcha.

Pero, ¿está el país preparado para iniciar esa transición?, ¿es tardío el arranque de esa ruta hacia una utilización de energías renovables?, ¿están dadas las condiciones para que en ese camino hacia la utilización de nuevas energías sea igual para todos los usuarios?

Ambiente propicio

De acuerdo con Martha Cobo Ángel, decana de la facultad de Ingeniería de Universidad de La Sabana, el Gobierno colombiano ha dispuesto estímulos, legislaciones y un ambiente propicio para que las energías alternativas empiecen a tener un desarrollo importante. Esto, además de las inversiones que se ha proyectado en el desarrollo de las fuentes de energía solar y la eólica que, a su criterio, han tenido un crecimiento importante en los últimos años.

“Seguramente el despliegue de la energía solar va a ser muy rápido y muy pronto. Otra alternativa importante es el hidrógeno, el año pasado Colombia lanzó la hoja de ruta del hidrógeno hasta 2050, la cual empieza a incluir este energético en nuestra matriz hacia inicios de la próxima década”, comentó la experta, agregando que una muestra de este avance es que la energía solar es cada vez más económica.

Otras voces, como la del profesor César Barraza Botet, Ph. D. en Ingeniería Mecánica y profesor de la Universidad de La Sabana están a favor de los estímulos y consideran que el contexto podría ser aún más favorable.

“Se requiere flexibilizar aun más la regulación del mercado eléctrico colombiano para permitir la entrada a pequeños jugadores, democratizando así la generación de energía”, explicó Barraza. Puede leer: Ley de Transición Energética, un impulso para las energías renovables.

51%
deben reducirse las emisiones de efecto invernadero en el país para 2030.

La opción más favorable

Tanto para la decana Cobo, como para el profesor Barraza, la energía solar fotovoltaica viene siendo un punto de partida hacia la producción y uso de energías renovables a futuro en el país. Esto debido, entre otras cosas, en que a partir de esta se puede producir hidrógeno libre de carbono (también llamado hidrógeno verde) que puede ser usado eficientemente en transporte.

“En estos momentos es más económico montar un parque solar que una hidroeléctrica, por ejemplo. Eso ha disparado las posibilidades de esta energía en el mundo y en Colombia también tenemos muchos proyectos de aquí a 2026”, comentó Cobo.

Para el profesor Barraza, el hidrógeno de bajas emisiones que se genere a partir de la energía eléctrica renovable solar, eólica o incluso de biomasa residual, puede utilizarse para sustituir los combustibles fósiles del transporte de carga o como fuente de calor o insumo en el sector industrial.

“Es un combustible alternativo clave porque permite integrar el sector eléctrico con el sector transporte (se necesita energía eléctrica para producirlo) siendo este último de los sectores difíciles de descarbonizar, con las mayores emisores de contaminantes del aire en nuestras ciudades y de gases de efecto invernadero”, argumentó.

La ruta entonces está marcada hacia una transición o diversificación cada vez más evidente que, al final, haga de Colombia un país competitivo en cuanto a generación, consumo y exportación de energía. Sin embargo, también debe garantizarse que los consumidores sean los beneficiarios respecto a los precios de este tipo de energías, comparados con los costos de usar energías tradicionales. Le puede interesar: “Tambalean” proyectos solares en Bolívar.

En estos momentos es más económico montar un parque solar que una hidroeléctrtica, por ejemplo. Eso ha disparado las posibilidades de esta energía en el mundo y en Colombia”.

Martha Cobo Ángel

Pensar en el consumidor

Para el profesor Barraza, el reto de la transición energética está en cómo balancear las ambiciones climáticas al menor costo, ya que – dice – a pesar que algunas tecnologías de generación eléctrica como la solar fotovoltaica ya presenta precios competitivos, excederse en políticas ambientales como los precios al carbono podría afectar no solo los costos de la electricidad sino de otros bienes y servicios.

La profesora Cobo, por su parte, ve en la utilización de estas energías un cambio en el modelo de negocio y una autonomía cada vez más creciente del país y del consumidor particular, con respecto del mercado que hoy gobierna la demanda energética.

“En este momento el sistema energético está gobernado por el Estado de Colombia ya sea a través de hidroeléctricas o a través del petróleo, cuando ahora cualquier persona puede instalar una celda fotovoltaica en su casa y autoabastecerse de energía. Eso cambia el modelo de negocio, en el que ya muchas otras empresas empiezan a entrar”, indicó Cobo.

La idea entonces, según la hoja de ruta del hidrógeno lanzada desde el Gobierno, es que a inicios de la década siguiente (2030) la demanda de este combustible represente el 40% del total de necesidades de la industria y que unos años antes – 2026 – el sector del transporte comience su implementación, con miras a que en 2050 su uso sea de más del 60% del total de los sistemas de transportes del país.

De esa manera el sector industrial es quien ha picado en punta, en cuanto a la coexistencia, diversificación y finalmente transición hacia energías de emisiones bajas o cero emisiones, algo que contribuirá a lograr las metas internacionales de frenar el aumento de la temperatura mundial.

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Tipos de hidrógeno

El uso del hidrógeno como combustible o tipo de energía no es nuevo y se ha intentado implementar desde principios del siglo XIX. Sin embargo, el ser un elemento muy liviano lo hace, casi siempre, estar ligado a otra sustancia como el agua.

Por eso se necesita separarlo y es el método usado para lograr esa separación, lo que les da nombre a los diferentes tipos de hidrógeno que van desde un uso cargado de emisiones hasta el nada contaminante.

Hidrógeno gris: usado regularmente en industrias, como la del acero o la refinación del petróleo. Es generado a partir de combustibles fósiles, como el gas e incluso el carbón. Este proceso contribuye a empeorar el cambio climático.

Hidrógeno azul: también se logra mediante combustibles fósiles, pero utilizando tecnologías con la capacidad de capturar y almacenar las emisiones que se generan en el proceso para iniciar un proceso similar. Aunque tiene bajas emisiones, no es renovable ni 100 % limpio.

Hidrógeno verde: al que le apuntan todas las transiciones, es de cero emisiones y se crea a través de un proceso conocido como electrólisis del agua, en el que se utiliza la electricidad para separar el hidrógeno del oxígeno. Cuando esa electricidad viene de fuentes renovables, como la eólica y la solar, el proceso de generar hidrógeno no emite gases de efecto invernadero, convirtiéndose en una fuente limpia.

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