Los ataques rusos contra civiles en Ucrania, incluyendo las torturas y las matanzas sistemáticas en regiones ocupadas, constituyen crímenes de guerra y posiblemente crímenes de lesa humanidad, dice un reporte de una investigación con respaldo de la ONU difundido el jueves.
El reporte, difundido exactamente un año después del bombardeo ruso contra un teatro en Mariúpol, conforma una condena sumamente inusual hacia un miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. Lea aquí: El Pentágono quiere que Rusia rinda cuentas por sus crímenes en Ucrania
Entre los posibles crímenes de lesa humanidad, el informe citó los ataques reiterados a la infraestructura ucraniana que privaron a cientos de miles de personas de calefacción y electricidad durante los meses más fríos del año, así como el empleo “sistemático y generalizado” de tortura en las regiones ocupadas por Rusia.
Los tres miembros de la comisión son expertos independientes en derechos humanos, y su personal obtiene apoyo y fondos del consejo y la oficina de la ONU de derechos humanos.
Los autores del informe señalaron una “pequeña cantidad” de violaciones aparentes cometidas por las fuerzas ucranianas, incluido un caso que estaba bajo investigación criminal por las autoridades ucranianas, pero la mayor parte del informe está dedicado a las denuncias contra Rusia.
La mayoría de los abusos que destaca la investigación ya eran conocidos, pero esta vez vienen con el imprimátur de la comunidad internacional. Los expertos trabajan bajo un mandato creado por abrumadora mayoría en el Consejo de Derechos Humanos, integrado por los gobiernos de 47 países miembros de la ONU. Vea aquí: Video: así fue el incidente entre el caza ruso y el dron de EE. UU.
En última instancia, el informe puede sumarse a los esfuerzos para exigir rendición de cuentas por los crímenes cometidos en la guerra, sea ante la Corte Penal Internacional o por países individuales que han asumido el derecho de aplicar “jurisdicción universal” para juzgar actos atroces dondequiera que tengan lugar.
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