Su primera guía fueron los ojos. Con ellos observaba los pájaros, las nubes, lo atardeceres, los colores de la madrugada, los ciruelos madurando sus frutos, el peregrinaje de las hormigas en el patio. Después llegaron las certezas de las carencias familiares, las recogidas de leña en los potreros, el arreo del agua desde los pozos llorados hasta la casa lejana, las palabras duras del padre, los milagros de la madre para rendir las viandas que debían llenar las bocas ansiosas de los hijos creciendo.
Con mil esfuerzos vinieron los primeros estudios en el internado de pobres, y después la ciudad que deslumbra y entrega herramientas para moldear la vida. Los duros años de la niñez en los territorios de su universo campesino de Naranjal (Ovejas-Sucre) lo habían templado junto con el agrio carácter del padre que igual amansaba caballos como hijos cerreros.
La universidad apareció a su tiempo y con ella la consolidación del amor por la literatura, el teatro, la poesía, la docencia. Se aferró a la lectura y no le dio tregua al tiempo para escribir cuentos, novelas, poesías, obras de teatro. Se engolosinó con la palabra, la relamió cada día y la fue soltando por años, sin importarle el tiempo porque debía estar preñada de cadencias, de gritos, de silencios, de armonía.
Son muchos sus libros publicados, frutos de una pasión sin límites por la creación literaria: No solo poemas, Las mismas historias, Aguas del tiempo muerto, Retrato del guerrero, Perros de presa, La casa entre los árboles, Pájaro amargo, Los días de la ciudad, Agua erótica, La casa del conde, entre ellos.
La voz de José Ramón Mercado se ha escuchado en diferentes escenarios de Colombia y el exterior, donde deja siempre la certeza de que se está en presencia de un hombre formado, estudioso, cuidador de la palabra. Muchos reconocimientos y premios hablan de su valía intelectual y creativa pero sin duda el mayor honor que se hace a su obra se dará en la próxima Feria del Libro de Bogotá. En ese escenario el magíster en Lingüística y Literatura y docente de la Universidad del Atlántico, Adalberto Bolaño, presentará su libro La memoria conmovida: caminos hacia la poesía de José Ramón Mercado. Es una obra de largo aliento, 420 páginas de riguroso análisis sobre el trabajo de Mercado Romero, que lleva el sello editorial de la Universidad del Magdalena e ilustración de carátula del también poeta Gustavo Tatis Guerra. Justa exaltación de un escritor desvelado que ha hecho de la palabra su existencia.