“En enero de 2020, les advertí que si elegían a Carmen de Caro como personera lo interpretaría como una señal de guerra”, expresó el alcalde William Dau en una entrevista reciente para este medio. (“Yo me pregunto si están ofreciendo dádivas para bloquear procesos”: Dau)
Lo dicho por el mandatario era muestra de su inconformismo luego que la Personería Distrital le quitara al Distrito el poder de investigar ciertos procesos que llevaba la Oficina de Control Disciplinario de la Alcaldía de Cartagena. Dau aseguró que: “De Caro se la pasa presionando a sus funcionarios con: ¿cuándo van a sancionar a los funcionarios de la Alcaldía? Y ahora me pregunto si es que están ofreciendo plata o puestos para bloquear procesos”.
Por su parte, la personera distrital, Carmen Elena de Caro, en entrevista con El Universal, expuso un panorama diferente al denunciado por Dau. “Al llegar a la Personería, no encontramos un solo proceso disciplinario en contra de ningún funcionario de la Alcaldía. No se llevaba nada al respecto. Todos los procesos que se llevan actualmente están motivados en su mayoría por acciones populares ante la omisión de algunos servidores de no cumplir sus funciones o extralimitarse en ellas. Nosotros ejercemos control disciplinario porque es nuestro deber constitucional, por consiguiente, maldice el alcalde que hay una persecución contra su administración. Es totalmente falso”.
Pero él expuso que al menos dos abogadas renunciaron para no perseguir a una exfuncionaria del alcalde...
Actualmente, en la Personería llevamos 227 procesos disciplinarios, pero de ese número solo hay activos 175 porque 42 procesos han sido archivados al no encontrarse evidencias para sancionar. Nosotros debemos archivar o formular cargos, y únicamente hemos sancionado en dos procesos: uno a un inspector de Policía que ya no hace parte del Distrito, que luego la Procuraduría absolvió, y el otro a Lidys Ramírez (exasesora anticorrupción del Distrito), quien apeló y ahora su proceso se encuentra en la Procuraduría.
El alcalde le envió un derecho de petición que usted respondió indicándole, según aseguró, que en la Personería estaban “desbordados” de procesos y que por falta de celeridad y atención muchos terminaban preescribiendo, entonces, ¿por qué llevarse estos procesos que ya estaban en fase avanzada en el Distrito?
Es un derecho constitucional de todo disciplinado el poder solicitar a la Personería o a la Procuraduría, que tienen el poder preferente sobre el Distrito, que se lleven su proceso ante eventuales riesgos a su derecho al debido proceso. Así pasó con la persona que el alcalde menciona (Javier Barrios Ayazo, pariente del concejal Carlos Barrios y exdirector de Fonpecar) y que prefiero reservarme su nombre porque al no estar aún sancionado hay que respetarle su buen nombre.
Posteriormente, nosotros verificamos que en ese proceso en específico había varias nulidades y le habían nombrado un defensor de oficio, cuando él tenía su abogado particular. Además, la marca personal del alcalde ha sido denigrar a los concejales y a sus familias, por lo que el disciplinado no sentía garantías y temía una posible violación a sus derechos por su nexo familiar.
El otro proceso que hizo referencia el alcalde fue el del inspector de Policía de Bayunca, Arnaldo Hidalgo Hurtado, quien está denunciado por presunto hostigamiento y acoso sexual. Pero en este caso lo único que hicimos fue informarle al Distrito que nosotros también llevábamos una investigación disciplinaria porque la Procuraduría había mandado una denuncia contra él. Se les notificó que la norma indica que en cada una de las fases de un proceso disciplinario, instrucción y juzgamiento, no puede haber dos instancias investigando.
Entonces ellos entendieron mal sobre que estábamos pidiéndoles que se hicieran a un lado, nunca informaron que ya estaban en fase de juzgamiento y lo que hicieron fue enviarlo y darnos la competencia. En pocas palabras, hay errores de comunicación en el Distrito.
Entonces, ¿no hay un tráfico de dádivas entre entes de control y políticos locales?
Lamentablemente hablamos sin pruebas y desde la ignorancia. La Personería no solo se encarga de llevar procesos disciplinarios sino que tiene hasta 20 funciones más como entidad. Yo defiendo a mis funcionarios y a la fecha nadie me ha puesto una queja o denuncia sobre que alguno esté recibiendo dádivas por aguantar procesos.
Mientras yo no reciba una denuncia y no le lleve el debido proceso a mi funcionario, mal hace el señor alcalde en decirle a la opinión pública algo que él no puede probar. De igual manera se comporta con los concejales.
Él los llamó “mamadores de gallo” y que le declararon la guerra al nombrarla
Creo que Cartagena tiene tantas falencias y cosas por hacer para que nuestro alcalde se la pase organizando guerras con los concejales, representantes de nuestra comunidad. Debería estar es apoyándose y no buscando pleitos. Lo que pasa es que él se sigue considerando un veedor y no el administrador de los recursos públicos y por eso es que tanto presupuesto se está quedando sin ejecutar.
Efectivamente como dice él, yo recorro todas las dependencias en la Personería desde las 7 de la mañana, pero no para incitar una guerra contra el alcalde, sino para exigir resultados de las tareas por las que les pagan su sueldo a los funcionarios. Creo que Dau debería estar haciendo lo mismo con sus funcionarios que no están ejecutando el presupuesto y por eso los cartageneros no satisfacen sus necesidades.
Personera, ¿el empresario Alfonso Hilsaca controla la Personería a través de usted, como dice Dau?
Lamentablemente vuelvo a insistir que la ignorancia es un problema. El alcalde como abogado debe saber que para llegar a la Personería Distrital tuve que hacer un examen y luego someterme a una entrevista. Si no se obtiene el máximo puntaje no sirve de nada cualquier relación externa. Solo el mérito, según estipula la ley y la Constitución Política.
¿Para qué? Pues precisamente para que el personero no dependa absolutamente de ningún alcalde, que después vaya y le diga qué proceso seguir y qué proceso no seguir, ya que la mayor función que tiene la Personería es precisamente la vigilancia y control de los funcionarios del Distrito, por consiguiente, es falso lo que dice el señor alcalde. Yo no soy ficha ni marioneta de nadie.
O sea, que ¿niega rotundamente una relación con el mencionado?
Yo no tengo por qué negar si tengo relaciones o no tengo relaciones con las personas o mis amigos particulares. Son mis amigos y no los niego. Alfonso Hilsaca es mi amigo y lo conocí hace décadas en Magangué, de donde soy oriunda. Pero es una falsedad que por ser mi amigo él interviene en la Personería.
Dau dice que Alfonso es su enemigo más acérrimo, por lo tanto, si él me controlara yo pasara pendiente de a quién sancionar y no el enfoque que muchos en la ciudad conocen, por el que me llamaron “carpintera”, de andar convocando mesas de trabajo con los miembros del gabinete del alcalde para jalonar procesos y estructurar dinámicas faltantes en sus despachos.
Dau puede decir con su boca 20 mil cosas, pero los hechos son completamente distintos. Por eso estoy aquí para aclararle a toda la ciudadanía que la Personería tiene solamente un norte: trabajar para Cartagena y no para ningún particular. Somos una entidad en la que todo disciplinado tiene derecho a un debido proceso, sin importar que sea miembro de esta administración o de pasadas. Es un derecho constitucional.
Si tuviera al alcalde en frente, ¿qué le diría?
Lo invitaría a que recorra todos los días sus Secretarías y dependencias. Que verifique que cada funcionario está cumpliendo y quién no. Que se deshaga de todos aquellos que están cobrando altos sueldos y que no cumplen con sus deberes. Por ejemplo, van al Concejo a pedir la aprobación para incorporar recursos, pero van sin estudios previos ni procesos adelantados, por lo que los presupuestos se quedan sin ejecutar. Eso le diría, pero gracias a Dios estoy demasiado ocupada para ir a perder el tiempo.
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