Salud


La pobreza vergonzante pone la salud mental en juego, pero hay una luz

Vivir en un edificio de estrato alto sin tener la capacidad económica para pagar los servicios o la administración es un ejemplo de esta situación.

MÓNICA MEZA ALTAMAR

24 de septiembre de 2023 12:00 AM

Un día generas suficientes recursos económicos mensuales para vivir cómodamente con tu familia en el estrato 5 y, además, ahorrar; los fines de semana uno de tus planes es hacer asados con personas que ocupan cargos directivos en empresas, sea en tu casa o en las casas de ellos, donde todos parecieran ser amigos y sentir mutuo afecto.

Otro día tu vida da un giro. Ya no tienes ingresos suficientes para pagar arriendo en un edificio de estrato 5, se te acaban los ahorros, las deudas comienzan a acorralarte y, al pedir una oportunidad laboral, no un mercado ni mucho menos dinero, a esos directivos con los que departías, te dan la espalda, e incluso bloquean tu contacto. La misma posición adoptan tus familiares y ni qué decir de los bancos. Lea: Ansiedad: claves para reconocer si estás teniendo un ataque de pánico

La pobreza vergonzante pone la salud mental en juego, pero hay una luz

Esta fue la crisis que Eduardo del Castillo vivió junto a su esposa Carolina Ruiz por nueve años, luego de que su empresa de artes gráficas quebrara. “Si no puedes estar aquí, porque nos debes un año de administración, vete del edificio”. “Te vamos a sacar. Tienes que irte”, fueron algunas de las expresiones que en ese momento sintió tan dolorosas como una herida con puñal.

“Lo que más me dolió ni siquiera fue la falta de recursos económicos, fue ver la crueldad del ser humano. A la gente no le gusta estar con gente que está mal. Tristemente, en vez de ayudar, se hacen a un lado”, manifestó el bogotano de 50 años.

A aquellas personas o familias que tienen un alto poder adquisitivo o estrato socioeconómico medio o alto y por diversas circunstancias se ven sometidas a la pobreza, es decir, no cuentan con los recursos para cubrir sus necesidades y condiciones de vida; no obstante, ante tal estado de vulnerabilidad se niegan a dejar su entorno y a aceptar públicamente su situación, se les enmarca hoy bajo el concepto de pobreza vergonzante o pobreza oculta.

Adolfo Castilla Sánchez, especialista en psicología clínica y magíster en psicopatología clínica y forense, explica que “este concepto aplica como un componente psicosocial y ambiental, que puede afectar la salud mental, y se encuentra establecido en una condición que se clasifica como “otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica””. Lea: La salud mental afecta la salud sexual: recomendaciones para evitar crisis

Vivir en una casa de estrato alto sin tener la capacidad económica para solventar el pago de los servicios o el mantenimiento de la misma, tener a los hijos en un colegio costoso sin tener para pagar sus mensualidades o no pedir ayuda, a pesar de no tener alimentos para comer, son ejemplos de personas o familias en pobreza vergonzante o pobreza oculta.

La pobreza vergonzante pone la salud mental en juego, pero hay una luz

El especialista advierte que quienes se encuentran en estas circunstancias “pueden desarrollar o desencadenar alteraciones o trastornos psicológicos, principalmente porque sienten vergüenza, han perdido su status, sufren en silencio, ocultan sus emociones, sienten miedo a ser cuestionados o rechazados, no son capaces de afiliarse a otras personas o grupos de apoyo”.

Por los síntomas anteriores, la depresión, la ansiedad, el estrés y el consumo de sustancias psicoactivas, que se inicia con el consumo de alcohol, pueden asomarse en sus vidas.

“Con respecto a la depresión, las personas ante estas situaciones se autominimizan, se autodevalúan, se identifican sentimientos de minusvalía, de desesperanza, pérdida de energía y de interés. Consideran que no son capaces de salir de la situación, se aíslan de los contextos sociales, se observan con estado de ánimo triste, llanto frecuente y desinterés por las actividades de la cotidianidad que les proporcionaban placer. Algunos ante su visión túnel, sin encontrar una salida, consideran el suicidio como una opción”, precisa Castilla. Lea: Día de prevenir el suicidio: Cartagena registra más de 410 intentos en 2023

Por otro lado, la ansiedad “se ve manifiesta por un estado de aprehensión, de incontrolabilidad e insoportabilidad ante la situación de desacomodo de la vida, sentir que todo se le sales de las manos; se identifican ideas de preocupación persistente por las demandas económicas y por no poder satisfacer las condiciones de vida, las solicitudes de los hijos o miembros de la familia, así mismo la activación del sistema neuro bioquímico que desencadena aumento de la frecuencia cardíaca, respiratoria y estas a su vez con afectación al estado de salud orgánico”.

La pobreza vergonzante pone la salud mental en juego, pero hay una luz

Niveles elevados de estrés y de tensión, que en ocasiones superan la capacidad de afrontamiento, e incapacidad para mantener la calma y relajarse se suman a esta sintomatología, empeorando el estado psicológico de quien padece la pobreza vergonzante. Lea: Estrés y ansiedad en adolescentes: identifique los síntomas y actúe a tiempo

Una luz de esperanza

En el año 2015, tras superar la pobreza vergonzante, Del Castillo y su esposa decidieron hacer por otros lo que les hubiera gustado que alguien hiciera por ellos en medio de aquella crisis: generar comprensión y oportunidades. Con ese fin crearon la fundación Colombia Comparte.

Eduardo del Castillo y su esposa Carolina Ruiz crearon la fundación Colombia Comparte. //Foto: Cortesía
Eduardo del Castillo y su esposa Carolina Ruiz crearon la fundación Colombia Comparte. //Foto: Cortesía

“Estructurar y financiar un emprendimiento es la oportunidad, entonces en la fundación creamos Edifica”, expresó el administrador de empresas. Este programa de desarrollo empresarial tiene una duración de nueve meses y desde 2015 ha recibido a 610 familias. Sus ejes de trabajo van direccionados hacia la innovación, construcción de marca, planeación estratégica y educación financiera. Paralelamente, trabaja en otras áreas importantes desde módulos como el coaching de empoderamiento y el acompañamiento emocional.

“Tenemos unos productos de Edifica que nos compran y con eso financiamos la fundación, los mentores, coaches y demás. A nosotros han llegado personas diciendo “me quiero suicidar porque no aguanto las deudas y no tengo ingresos”, “me quiero separar”, como si esa fuera la solución, con un nivel muy fuerte de agobio, y con coaches hemos logrado que dejen esos pensamientos de lado. Gracias a Dios y a mi esposa yo nunca tuve esos pensamientos. Los entendemos porque lo vivimos en carne propia, entonces sienten esa acogida, ese abrazo de no están solos”, destacó Del Castillo, director comercial de Colombia Comparte. Lea: Suicidio: 12 señales de alerta para prevenir un desenlace fatal

Si usted hoy hace parte de una familia vergonzante y necesita apoyo, llame al teléfono 321 230 2138 y contacte a la fundación Colombia Comparte. Si, por el contrario, su situación económica le permite donar y quiere apoyar el emprendimiento de una familia en pobreza oculta, ingrese a la página www.colombiacomparte.com.

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