Según un estudio realizado en Lausanne, Suiza, involucrar a los niños en la preparación de la comida, ayuda a desarrollar hábitos de alimentación más saludables y estrecha los lazos entre padres e hijos.
“Hemos encontrado que la participación de los niños en la preparación de alimentos en su ambiente familiar ayuda a desarrollar hábitos saludables de alimentación y aumenta el consumo de verduras”, dijo la nutricionista Klazine van der Horst, quien dirigió el equipo de científicos.
El estudio se aplicó a un grupo de 47 niños, entre 6 y 10 años (acompañados de sus padres) y se llevó a cabo en el Centro de Investigación de Nestlé en Lausanne, Suiza.
Evidenció que animar a los padres a involucrar a sus hijos en la preparación de las comidas, puede ser una estrategia valiosa para contribuir a mejorar la alimentación en los niños, y reveló que cuando el menor participa activamente en la preparación de la comida, tiene efectos sobre la ingesta posterior, lo cual favorece a que aumente significativamente el consumo de alimentos.
Comen mejor
Además, hacer partícipes a los niños en la preparación de la comida ayuda a desarrollar hábitos de alimentación más saludables y estrecha los lazos entre padres e hijos.
La elaboración de ensalada, por su facilidad, variedad de alimentos y color, resulta más atractiva, incrementando de forma significativa el consumo de verduras.
Así mismo, los niños que ayudan a sus padres a cocinar sus propias comidas comen 76 % más ensalada y un 27 % más proteína que aquellos que no lo hacen. El estudio indicó que el contexto familiar (pasar tiempo juntos, la presión para comer) y las emociones del niño, como los sentimientos positivos y la confianza, podrían contribuir a los efectos positivos de involucrar al niño en la preparación de las comidas.
El estudio está comprobado
Diferentes investigaciones han mostrado que involucrar a los niños en la cocina, durante la preparación de las comidas, ayuda a aumentar el agrado y la ingesta de ciertos alimentos, particularmente frutas y verduras.
En este estudio, durante las sesiones de cocina con los participantes (padres e hijos), se realizaron observaciones tanto del proceso de preparación de los alimentos, como del momento posterior al consumir la comida en la mesa. Esto, sumado a la cuantificación del consumo de alimentos tanto de los niños que tuvieron un rol activo en la preparación, como el de aquellos que permanecieron realizando en otro tipo de actividades mientras sus padres cocinaban, fue información clave que junto con el análisis estadístico de los resultados, permitieron mostrar que la participación de los niños juntos con sus padres, en la preparación de alimentos ayudó a que aumentaran el consumo de verduras.
¿Qué impacto tendría este estudio en la salud de los pequeños?
“Entendemos que no siempre es fácil conseguir que los niños adopten hábitos saludables desde pequeños, es por esto que basados en evidencias científicas como las de este estudio, junto con nutricionistas y expertos en ciencias del comportamiento y de la comunicación, hemos liderado la iniciativa Unidos por Niños Saludables, que tiene por objetivo ayudar a padres y educadores para promover cinco hábitos saludables, mediante consejos útiles, actividades divertidas y recetas sencillas que hagan parte de la rutina de los niños.
“Involucrar a los niños en la selección y preparación de los alimentos es una actividad que contribuye a que se sientan parte de las elecciones y responsables de su propia alimentación”, concluyen expertos de Nestlé.
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