“Es un descubierto cutáneo que puede conducir a la queratosis o la aparición de tumores malignos como el carcinoma espinocelular, razones más que suficientes para que las mujeres y los hombres afectados acudan con premura a su dermatólogo para confirmar la existencia o no de una enfermedad alopécica”, dice el doctor Eduardo López Bran, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid.
Un mensaje nítido para la población que se deriva de los debates organizados durante la 33 Reunión del Grupo Español de Dermato-Oncología y Cirugía de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), celebrada en Sevilla los días 4, 5 y 6 de noviembre, donde más de 400 congresistas acreditados han puesto en común sus experiencias y conocimientos más vanguardistas en dermatología clínica, quirúrgica y oncológica.
“Es el dermatólogo quien debe diagnosticar precozmente, con el mínimo margen de error, la presencia de cualquier patología capilar utilizando herramientas que le son propias, como la tricoscopia: identificará así, ayudando al ojo humano, posibles comorbilidades asociadas que agravan la pérdida de pelo cuando está en marcha o la desencadenan cuando la alopecia ya estaba latente”, señala el galeno lucense, miembro de Asomega. (Lea aquí: Alopecia en las mujeres, cada vez mayor en edades tempranas)
“El objetivo será establecer un tratamiento médico o médico-quirúrgico con el objeto de detener, o revertir si es el caso, la pérdida de pelo. A la vez, se previene el desarrollo de lesiones cancerosas en el cuero cabelludo debidas a la pérdida precoz de la protección física que confiere el pelo a un área fotoexpuesta desde el nacimiento”, destaca el Dr. López Bran, quien moderó en la capital andaluza la mesa redonda sobre el estado actual y controversias del trasplante capilar.
Diagnosticar el origen de la alopecia, salva vidas contra el cáncer de piel
Además de la alopecia androgenética, la pérdida de pelo puede tener su origen tanto por un efluvio telogénico, principal ejemplo de la alopecia posparto, como por un efluvio anagénico, característico tras un tratamiento quimioterápico, por una enfermedad autoinmunitaria -alopecia areata-, por la falta de hierro en nuestro organismo -alopecia ferropénica-, que según la OMS afecta a más del 20% de las mujeres en su etapa reproductiva, incluso por una enfermedad de transmisión sexual como la sífilis.
Es aquí donde entra en juego la regla máxima de la Medicina, que no es otra que establecer un tratamiento etiológico, en este caso sobre el origen de la alopecia.
Subraya el dermatólogo, director médico de la Clínica Imema.
¿Cuáles son las claves del mejor tratamiento contra la alopecia?
“Después de un diagnóstico precoz y certero, el tratamiento irá dirigido a corregir las causas alopécicas, y tendrá que estar cimentado en tres pilares fundamentales: higiene capilar del pelo y el cuero cabelludo; tratamiento médico activo; y tratamiento complementario a base de vitaminas, oligoelementos y aminoácidos, que constituyen el fundamento de la queratina, la viga del pelo”, establece.
“Hoy en día disponemos de tratamientos médicos activos realmente eficaces: minoxidil y finasteride a nivel tópico y oral; dutasteride por vía oral o intralesional, el plasma rico en proteínas (PRP), láser de baja intensidad y mesoterapia; todo un arsenal terapéutico para detener el proceso alopécico o prevenir su desarrollo”, indica el también miembro sobresaliente de la Sociedad Internacional de Cirugía de Trasplante Capilar (ISHRS). (Le puede interesar: ¿Qué sirve para la caída del cabello?)
¿Cuándo es aconsejable un trasplante capilar?
“El tratamiento quirúrgico para solucionar la alopecia no es algo aislado, sino que tiene que formar parte del tratamiento integral del paciente, un tratamiento médico-quirúrgico combinado que permita la obtención del mejor resultado posible en cada paciente”, expone.
“En la actualidad, empleamos básicamente la técnica FUE, extracción de las unidades foliculares de la zona dadora de manera manual, automatizada o robotizada rasurando todo el pelo del paciente, que es lo más recomendable, o dejando el pelo largo”, explica el cirujano experto en microcirugía capilar con robot Artas.
Sufrir alopecia precoz, por lo tanto, conlleva consecuencias “serias e importantes para la salud” en la edad madura de las mujeres y los hombres.
“La falta de protección física que confiere la pérdida del pelo en pocos meses o años, más aún en la juventud, y el adelgazamiento subsiguiente del cuero cabelludo, convierten nuestras zonas frontal y parietal de la cabeza en una diana evidente de la radiación solar”, explica el dermatólogo.
“La acumulacion del daño actínico generará, en muchos casos, tumores en el cuero cabelludo, que además tendrán un difícil tratamiento, dado que su abordaje quirúrgico se complica por las condiciones físicas que se crean cuando se extirpan este tipo de tumores de la piel del cuero cabelludo”, apunta.
Los dermatólogos insisten en la prevención activa de la calvicie ya sea con medidas de protección física diaria (gorros, sombreros, cremas adecuadas, etc.), dada la “invisibilidad” de la radiación solar constante, más en verano, o con tratamientos médicos y quirúrgicos.
“El sol provoca cambios a nivel profundo del cuero cabelludo que preceden a los reflejos que se observarán en la superficie de la piel años después, como puedan ser las lesiones importantes del tejido -queratosis- o carcinomas espinocelulares u otros que, a su vez, desarrollen metástasis”, concluye el Dr. Eduardo López Bran.
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