El cáncer de pulmón es uno de los más letales. Expertos de la Clínica Mayo (Estados Unidos) explican que las personas que fuman tienen el mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón, aunque el cáncer de pulmón también puede ocurrir en personas que nunca han fumado. Lea: Cáncer de pulmón, una realidad que deja sin aliento
“Este aumenta con la cantidad de cigarrillos y la cantidad de tiempo que hayas fumado. Si dejas de fumar, incluso después de haber fumado durante muchos años, puedes disminuir de manera significativa las posibilidades de contraer cáncer de pulmón”, sostienen los especialistas.
La Asociación para la Investigación de Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM) quiere concienciar sobre este tipo de cáncer y por esta razón presenta ocho síntomas que pueden alertar de un cáncer de pulmón temprano entre las mujeres.
Solamente en el año 2023 se estima un diagnóstico de más de 31.000 casos, de los que al menos 9.000 se darán en mujeres. Esta alarmante cifra preocupa especialmente a los oncólogos. Lea: La cura universal del cáncer de pulmón podría no llegar nunca: estudio


Clínica Mayo.
“Las altas tasas de mortalidad se deben, en muchos casos, a que el diagnóstico del cáncer de pulmón suele llegar en fases avanzadas de la enfermedad, especialmente cuando la persona es una mujer y no es fumadora” explican desde ICAPEM.
Desde la asociación, detallan que se lleva más de una década trabajando para dar visibilidad al cáncer de pulmón en mujeres. Lea: “El cáncer me enfermó el cuerpo, pero me sanó el alma”
“Además, cuando la persona no responde a lo que era el perfil típico de cáncer de pulmón, ya sea porque es mujer, joven o no fuma, es más complicado que se piense en la posibilidad de esta enfermedad”, añaden las especialistas.
Síntomas que alertan
-Tos persistente, sobre todo si se aprecia sangre en los esputos o flemas, un tipo de mucosidad espesa que se produce en los pulmones.
-Dolor torácico, en el brazo o en el hombro, especialmente al respirar o al toser.
-Dificultad para respirar.
Presencia de bultos o masas en el cuello o en la zona sobre las clavículas (fosa
supraclavicular).
-Fatiga y cansancio que no se explica por los hábitos.
-Pérdida de peso sin explicación y falta de apetito.
-Sensación de dolor constante de huesos.
-Dedos con forma de palillos de tambor, es decir, estrechos en la parte alargada y más gruesos en la punta).
Los expertos de ICAPEM sostienen que tener alguno de estos síntomas, o incluso varios de ellos “no quiere decir que necesariamente tengamos cáncer de pulmón, porque no son síntomas exclusivos de esta enfermedad, así que no es necesario entrar en pánico”.
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