Los infartos, accidentes cerebrovasculares (ACV), enfermedades coronarias e insuficiencias cardiacas son la primera causa de muerte en el mundo y en Colombia. Esto es especialmente alarmante si se tiene en cuenta que el 80% de estos ataques se pueden prevenir y, si se tratan a tiempo, existe una alta posibilidad de mejoría por parte de los pacientes.
A pesar de que generalmente las personas están alerta o conscientes de que este tipo de enfermedades o ataques se pueden presentar, son pocas las precauciones y acciones que se toman de forma previa tanto para prevenir como para conocer qué hacer frente a estos en caso de emergencia.
Se ha demostrado que los ataques cerebrovasculares tienen factores de riesgo o condiciones que pueden hacer que sea más fácil la aparición de una hemorragia u obstrucción arterial. De ahí la importancia de tomar medidas para tratar los niveles altos de colesterol, la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad y sobrepeso, el consumo excesivo de alcohol, el estrés, el sedentarismo y el consumo de drogas como las anfetaminas o la cocaína, y así lo confirma el doctor Ébalo Real, jefe de la Nueva Unidad de Angiografía de Clínica Reina Sofía, en Bogotá. (Le puede interesar: Tristeza en el Unión Magdalena por muerte de su jefa de comunicaciones por derrame)
El doctor Real menciona que dentro de los síntomas que pueden ayudar a identificar que está ocurriendo un ACV se encuentran la cefalea o dolor de cabeza intenso y que aparece súbitamente, cualquier tipo de déficit neurológico, ya sea porque hay debilidad en alguna parte del cuerpo o por un trastorno de conciencia, como por ejemplo, la dificultad para hablar con normalidad.
De igual forma, en lo que se refiere a un ataque cardiaco, dentro de los signos que son indicios firmes se encuentran el dolor en el pecho, que inicia como una molestia de poca intensidad que desaparece y al cabo de unas horas reaparece con fuerza; es opresivo y no cede con nada. Asimismo, se identifica la falta de aire con sensación de ahogo, la aparición de llenura, náuseas, mareo y sudoración fría.
Y aunque lo primero y fundamental es conocer los síntomas descritos anteriormente, también es importante prepararse, identificar y establecer previamente acciones que permitan conocer qué hacer si se presenta un episodio de estos:
Tenga en cuenta el tiempo. Los minutos que transcurren desde que inicia un ACV o ataque al corazón son fundamentales. Entre más rápido se reciba la atención médica necesaria y adecuada, más probabilidades habrá de tener un proceso de recuperación satisfactorio. Por lo tanto, recuerde que siempre, en estas situaciones, es necesario actuar con rapidez.
Identifique a donde podría dirigirse en caso de sufrir un ataque de estos. Teniendo en cuenta que el tiempo es fundamental, es necesario que se identifiquen las clínicas u hospitales cercanos a los cuales puede acudir en caso de emergencia. Realizar este ejercicio previendo la ubicación de su casa, su lugar de trabajo y sitios que frecuenta, le permitirá conocer cuál es la mejor opción dependiendo del lugar en el que se encuentre.
Identifique de las clínicas u hospitales cercanos que tienen los equipos médicos especializados para estas situaciones. Las unidades de angiografía son salas altamente especializadas que cuentan con un equipo médico llamado angiógrafo. Este es muy relevante a la hora de infartos, arritmias, enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares, entre otros, debido a que permite hacer imágenes, estudios y tratamientos para los pacientes. En esta medida, a la hora de identificar los centros médicos que tiene cerca en caso de emergencia, intente conocer si cuentan con este tipo de salas pues, en situaciones de urgencia, pueden marcar la diferencia. Este tipo de salas, por ejemplo, la tienen la Clínica Reina Sofía y la Clínica Colombia, en Bogotá, y la Clínica Iberoamérica en Barranquilla.
Aunque los ACV o ataques cardiacos pueden generar temor, tenga en cuenta que la tecnología aplicada a la medicina ha avanzado mucho. Al identificar a dónde ir y dónde están las herramientas que permiten la actuación rápida de los especialistas de la salud, como por ejemplo las unidades de angiografía, los pacientes tendrán mayores posibilidades de recuperación pues, al tratarse de un procedimiento mínimamente invasivo, se reducen significativamente los riesgos que trae consigo una cirugía mayor, y el dolor y tiempo de recuperación es menor. ¿Te gustaría recibir en tu celular las noticias más importantes del día? Da clic aquí y escríbenos a Whatsapp
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