Salud


¿Qué es el microbioma y cómo cuidarlo?

Un microbioma sano contribuye a un estado de salud adecuado. Expertos le indican la manera correcta de cuidarlo.

EFE

17 de mayo de 2022 11:21 AM

Con el fin de dar a conocer qué es el microbioma y su implicación en el mantenimiento de la salud y el desarrollo de enfermedades, la Fundación Instituto Roche ha elaborado el documento “Hablando sobre Microbioma”.

El documento explica que el cuerpo humano tiene contiene diez veces más bacterias, hongos y otros microorganismos que células humanas. Esto representa aproximadamente 0,5-2 kilos del peso corporal total de cualquier individuo.

Estas poblaciones se encuentran fundamentalmente en dos zonas: la piel, al ser el órgano más expuesto al exterior, y el tracto digestivo, donde se encuentran hasta el 70-80% de estos microorganismos.

También se han detectado en la cavidad bucal, aparato respiratorio, aparato reproductor y en el urinario. Lea aquí: La flora intestinal, bacterias que contribuyen a nuestro bienestar

Algunas de las funciones desempeñadas por estos microorganismos son la digestión de alimentos, la síntesis y absorción de vitaminas, la regulación del metabolismo, la eliminación de compuestos tóxicos, el mantenimiento del sistema inmune y la protección frente a organismos patógenos.

Debido a su enorme capacidad metabólica, el microbioma es considerado un “órgano” imprescindible para la vida y con clara influencia en la salud y la enfermedad.

A lo largo de la vida adulta, la exposición a factores ambientales y fármacos, los hábitos de vida, el estrés y la genética influyen en la composición del microbioma de cada individuo.

Microbioma, en la salud y en la enfermedad

Los microorganismos intestinales desempeñan un papel esencial en el desarrollo y mantenimiento de un sistema inmunitario eficaz y saludable.

De hecho, el 70-80% de las células inmunitarias se encuentran en el intestino. Un desequilibrio en la relación entre el sistema inmune y el microbioma puede desencadenar un proceso patológico.

La producción de productos tóxicos, una respuesta inmune exagerada ante la presencia de bacterias o la inflamación intestinal son algunos de los elementos clave en la aparición y desarrollo de enfermedades como el cáncer colorrectal, la obesidad o la diabetes tipo 2.

Los microorganismos intestinales desempeñan un papel esencial en el desarrollo y mantenimiento de un sistema inmunitario eficaz y saludable.

El tipo de alimentación o la exposición a antibióticos actúan también como factores de riesgo que parecen estar implicados en la disbiosis intestinal (cuando hay un exceso de microorganismos patógenos frente a los beneficiosos).

Por otro lado, el microbioma intestinal y el sistema nervioso central interaccionan de manera bidireccional mediante el denominado eje cerebro-intestino, jugando un papel crítico en el neurodesarrollo o aparición de trastornos, como la depresión, el autismo, la esquizofrenia y enfermedades neurodegenerativas como alzhéimer, párkinson y esclerosis múltiple. Le puede interesar: Microbiota intestinal: un elemento clave para promover la salud

Además, las alteraciones del microbioma relacionadas con el envejecimiento parecen ser un factor importante en la aparición de desórdenes patológicos relacionados con la edad. De hecho, el mantenimiento de su funcionalidad es uno de los procesos determinantes en el aumento de la longevidad.

El microbioma también parece estar implicado en patologías respiratorias.

¿Cómo cuidar nuestro microbioma?

Lo importante es evitar el desequilibrio entre microorganismos beneficiosos y patógenos.

Determinados hábitos saludables, como el ejercicio físico, un sueño de calidad, evitar el estrés crónico, una buena hidratación, el uso de probióticos y prebióticos y una dieta variada y equilibrada, favorecen el buen estado y diversidad de nuestra flora intestinal.

Los probióticos

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando son administrados en cantidades adecuadas, brindan un beneficio a la salud del huésped. El uso de probióticos para restaurar el microbioma intestinal permite reducir la inflamación crónica, mantener la barrera en la mucosa intestinal modulando el sistema inmune y favorecer los procesos digestivos.

Los probióticos se pueden encontrar como suplementos alimenticios, o como ingredientes en alimentos fermentados, por ejemplo, en yogures, y los más conocidos son las bifidobacterias y los lactobacilos.

Los prebióticos

Los prebióticos son ingredientes no digeribles por el cuerpo que producen efectos beneficiosos sobre el huésped. Actúan como alimento para los microorganismos intestinales con efectos positivos favoreciendo su crecimiento y actividad.

Se encuentran en muchas frutas y verduras, especialmente en aquellas que contienen fibra o almidón. Por ejemplo, las leches infantiles se suplementan con prebióticos para estimular el microbioma de los bebés.

A partir de los 55 o 60 años, selectivamente empezamos a perder bifidobacterias por lo que es recomendable tomar prebióticos que favorezcan el crecimiento de dichas bacterias.

El uso de probióticos para restaurar el microbioma intestinal permite reducir la inflamación crónica, mantener la barrera en la mucosa intestinal modulando el sistema inmune y favorecer los procesos digestivos.

Estrategias sobre la microbiota

Según el informe de la Fundación Instituto Roche, en un futuro próximo se plantean múltiples opciones de intervención sobre el microbioma:

Desarrollo de nuevos probióticos personalizados, con propiedades y funciones nuevas, diseñados ad hoc para un paciente determinado en función de su microbioma y la patología que se pretende tratar.

Papel de los postbióticos, componentes bioactivos producidos por los probióticos, para añadirlos como suplemento en los alimentos. Por ejemplo, en aquellos donde los microorganismos no sobreviven al estar sometidos a procesos de esterilización para su comercialización

(leche pasteurizada, zumos, etc). Lea: La microbiota y su relación con las defensas

Posibilidad de emplear las denominadas bacterias depredadoras, detectadas a bajas concentraciones en el microbioma intestinal y pulmonar, para eliminar selectivamente otras bacterias que podrían jugar un papel perjudicial en el organismo.

La transferencia de material fecal es otra de las estrategias utilizadas para la modificación de la microbiota intestinal que consiste en transferir un filtrado de heces de un donante sano al tracto intestinal del receptor, lo que supone la transferencia de una microbiota sana para tratar una enfermedad particular.

En el marco de la Medicina Personalizada de Precisión, las características únicas del microbioma de cada individuo podrían servir como base para estrategias de clasificación y estratificación de pacientes, la búsqueda de biomarcadores de riesgos, diagnóstico y pronóstico, el diseño de planes terapéuticos personalizados, así como el desarrollo de nuevos tratamientos en estrategias de modulación del microbioma.

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