Hace diez días un hecho de sangre sacudió al departamento del Atlántico y con el paso de las horas se convirtió en noticia nacional. Dos personas fueron asesinadas en una fiesta de cumpleaños realizada en la cabaña Mediterráneo del corregimiento de Salgar, en Puerto Colombia.
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Eran las 7 de la mañana de ese lunes cuando comenzó a regarse la noticia como pólvora. Los detalles cautivaron a los curiosos que se deslumbraban con la excéntrica fiesta que comenzó en la noche del domingo 23 de octubre y terminó en la madrugada del día siguiente en medio de una balacera y con el cumplimentado, el universitario Jhonatan José Ospino Illera, de 23 años, muerto.
45 minutos de balas
Las autoridades establecieron qué ocurrió en la lujosa cabaña, utilizada para celebraciones familiares y retiros o eventos empresariales. Lo que se conoce es que dos mujeres tuvieron una discusión a la que luego se unieron otros invitados.
Eran las 6 de la mañana cuando se dio la riña. No es claro cómo sucedió, pero testigos contaron que de la nada comenzó una balacera que duró 45 minutos. En medio de los disparos cayó Rubén Ricardo Galea, de 40 años, de nacionalidad venezolana y quien era escolta de un invitado de nombre Roberto Vega Daza.
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El hombre fue degollado, al parecer, con una botella de vidrio. Su cuerpo fue hallado en medio de una cancha de fútbol del lugar y, además, tenía varios impactos de bala. La segunda víctima, el cumplimentado, recibió seis balazos y murió camino al centro médico. Camino al hospital, el carro que llevaba a Jhonatan chocó contra un taxi.
Se supo que desde el viernes 21 familiares del cumplimentado, oriundo de Arroyo Hondo, Bolívar, llegaron a la cabaña para realizar la decoración y demás detalles de la fiesta. Habían más de 100 invitados.
Excentricidades
Entre las extravagancias de la fiesta están los regalos que recibió Jhonatan, en especial dos camionetas Toyota que resultaron con 40 balazos en medio de la riña. También recibió relojes y otros lujosos elementos.
Según medios de Barranquilla, el cumplimentado habría sido quien asesinó al escolta Rubén Ricardo. También se supo que en el lugar habían tres personas con armas de fuego de largo alcance y otros con pistolas.
Cámaras de celulares grabaron a uno de los sujetos con una subametralladora marca Colt calibre 9 milímetros. Fue identificado como ‘Deivis Parrilla’. Haría parte de un grupo organizado por un ganadero llamado Víctor Reales Hoyos, quien habría hecho parte de una banda criminal en Venezuela.
En la celebración, que tuvo tarima especial, se presentaron los artistas vallenatos Farid Ortiz, Diego Daza y Che Díaz, además de una agrupación de música tropical.
Al parecer, dos familiares que tuvieron problemas con la justicia, estuvieron invitados al festejo y serían las que llevaban personal armado.
El cumplimentado
Jhonatan estudiaba en una universidad de Barranquilla. Era muy querido en su natal Arroyo Hondo y amaba el vallenato y la champeta. Este medio conoció que su padre también habría muerto en un acto violento, años atrás.
El joven era hermano de Álvaro Ospino Illera, conocido como ‘Negro Dominga’ y quien trabajó con el narco venezolano Walikd Makled, quien fue extraditado a Estados Unidos en 2011.
Su sepelio fue el pasado jueves, en su pueblo. El acto fúnebre se realizó de manera reservada y discreta. La velación fue en su vivienda y solo asistieron sus familiares y amigos más cercanos.
La dueña de la cabaña
La propietaria de la cabaña dijo a un medio del Atlántico que el lugar fue diseñado para eventos con personas discapacitadas, no para eventos sociales; sin embargo, a veces la alquila para costear gastos relacionados con una fundación que opera en el sitio.
Aseguró que la organizadora de la “fiesta sangrienta” antes había alquilado la cabaña para otros eventos y por eso accedió esta vez. Aclaró que no tiene relación alguna con los Ospina Illera y que el lugar siempre ha estado lleno de tranquilidad. La propietaria fue multada.
La mañana de la tragedia, fueron los vecinos del lugar los que llamaron a la Policía para informar que habían escuchado disparos, gritos y vieron a personas huyendo asustados del lugar.
Las autoridades, por su parte, capturaron a cuatro personas, pero luego las dejaron en libertad. También se supo que están ofreciendo 80 millones de pesos para esclarecer lo ocurrido.
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