Lo que tanto temía una humilde familia en el barrio El Educador, sucedió. El fuerte aguacero que cayó ayer en la mañana, más la lluvia que hubo hoy en la madrugada, y que llegaron acompañadas de fuertes brisas, ocasionaron el desplome de parte del techo de la vivienda de la señora Irina Agudelo Figueroa.
Sucedió en la carrera 78 B, o Calle Primera, justo detrás del Megacolegio El Rosedal. Por fortuna, nadie resultó herido.
(Lea: Historias detrás de COVID-19, ¿qué está pasando?).
La querella de la afectada y los vecinos es porque, supuestamente, cuando se construyó el colegio no se terminó un muro de contención en la parte trasera y eso tenía en riesgo a la casa, la cual hoy empezó a sufrir estragos.
No solo se cayó parte del techo sino que las paredes están agrietadas y en riesgo de desplome.
La señora es madre cabeza de hogar, con dos niñas de 5 y 10 años, y con su mamá de la tercera edad a su cargo.
“Se me dañaron cuatro láminas del techo y otras quedaron inclinadas. El cuarto está sin luz porque el palo del techo tumbó los cables. Mi casa está en un barranco, hay un hueco al lado, tengo miedo de que otro movimiento de tierra me destruya la casa y deje a mi familia en la calle”, sostuvo la mujer, de 32 años.
La respaldaron
Los vecinos en un solidario gesto, se reunieron para arreglarle el techo y que hoy en la noche Irina pueda dormir tranquila, al igual que su madre de 63 años y sus hijas. Sin embargo, la zozobra sigue presente hasta que no haya una solución de fondo.
La afectada pidió ayuda a la Alcaldía y a los ciudadanos de buen corazón, para que le den la mano en estos difíciles momentos. Ella se gana la vida con una chaza que ubica en la salida del colegio, pero como no hay clases hace más de dos meses no ha podido generar ningún ingreso.
Quienes quieran ayudarla pueden llamarla al celular 3115886791.
Comentarios ()