Para los expertos, el descenso en las cifras de casos y fallecimientos diarios de COVID-19 en Cartagena obedecen a dos razones: primero, el avance en la aplicación de vacunas; y segundo, el ciclo natural de la enfermedad, que en 17 meses de pandemia ha demostrado ser por olas: picos altos de contagios, seguidos de valles tras los que nuevamente se repuntan los casos.
En esta dinámica, actualmente Cartagena se encuentra hacia el final de la tercera ola, con la expectativa de una cuarta que ya se está dando en otros países con la adición de la peligrosa variante delta.
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La llegada de esta ola está prevista para septiembre, sin embargo desde ya las autoridades comienzan a prepararse para evitar, en la medida de lo posible, que este cuarto ciclo sea más mortal que los anteriores, pues si bien se esperan más casos, la idea es que haya menos muertes. Desde el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), presentaron varias estrategias.
Esta es sin duda la apuesta principal del Distrito. Si bien desde el Ministerio de Salud aseguraron que este mes de agosto se abrirían todas las etapas de vacunación en el país, la idea es insistir a las Entidades Administradoras de Planes de Beneficio (EAPB) a que convoquen a las personas a vacunarse.
Igualmente esperan realizar jornadas de vacunación en zonas rurales dispersas con apoyo de grupos comunitarios como Juntas Administradoras Locales (JAL), Juntas de Acción Comunal (JAC), ligas de usuarios, consejos comunitarios, entre otros.
Así mismo, continuar con las jornadas de vacunación para grupos de actividad económica en riesgo, como aquellos que se relacionan con el turismo.
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La ampliación de la cobertura irá de la mano con una coordinación intersectorial con otras entidades que permitan avanzar en el proceso, tales como Espacio Público, Instituto de Patrimonio y Cultura, Corpoturismo, Secretaría del Interior, Migración Colombia y Secretaría de Educación, esta última para el caso de los docentes, donde el Dadis aseguró que los indicadores pueden mejorar.
Otra posibilidad que se plantea es la de considerar beneficios para las empresas del sector privado que cumplan con metas de vacunación de su recurso humano; así como también incentivos económicos en especie para la población vacunada.
Una medida estudiada ampliamente para enfrentar la cuarta ola de contagios y que incluso fue implementada en otros países es la de exigir la evidencia del esquema completo de vacunación en sitios de alto flujo de público y la participación en eventos sociales, culturales y turísticos. Sin embargo esto no eximiría el cumplir con los protocolos de bioseguridad relacionados al control de aforo y al autocuidado de los asistentes.
La implementación de esta medida está sujeta a la situación de la pandemia y al flujo de la vacunación como ya lo había explicado el ministro de Salud Fernando Ruiz, al poner de manifiesto esta posibilidad a nivel nacional.
“Sobre exigir carnet de vacunación para ingresar a lugares es un tema que estamos analizando con mucho cuidado. En caso de no tener una respuesta a la vacunación, habría que pensar si implementar esta estrategia, ya que la vacunación es un beneficio colectivo”, dijo Ruiz en una entrevista con La FM.
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La mejor estrategia para combatir el COVID-19 sigue siendo la prevención a través del autocuidado, por lo cual además de intensificar el plan de comunicación con énfasis en la vacunación, también se hará en lo que tiene que ver con las medidas de cuidado personal para evitar el contagio por COVID-19.
Las medidas siguen siendo las mismas: uso correcto y obligatorio del tapabocas; conservar el distanciamiento; lavado de manos frecuente con agua y jabón; y evitar las aglomeraciones.
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