Hay un dato claro: el agua es uno de los componentes más importantes del cuerpo, representa el 70 % de su composición y es crucial para su funcionamiento. Sin embargo, un debate sigue abierto: ¿Hay que tomar mucha? ¿Cuánta? ¿Dos litros?
Recuerde que es vital. Entre los procesos que posibilita está el funcionamiento celular, la desintoxicación (a través de los mecanismo renales, la orina, la transpiración y las deposiciones), la regulación de la temperatura corporal y la lubricación de las articulaciones. “Posibilita asuntos esenciales como darnos sostén y amortiguar movimientos, así mismo, mantiene las funciones cerebrales”, explica Cristina Uribe Barrada, médica internista y docente de la Facultad de Medicina de la U de A.
En definitiva, es indispensable para la vida: también participa en el transporte de oxígeno, en reacciones que producen la energía y favorece la digestión. Lea aquí: Cuando hace calor extremo: alimentos que te ayudarán a estar hidratado
¿Deben ser dos litros al día?
Es usual escuchar por parte de algunos profesionales que lo ideal es tomar dos litros al día para garantizar un buen suministro. Tal recomendación surge de la premisa de que por cada kilocaloría consumida debe consumirse 1 litro de agua, explica Katherine Franco, nutricionista y docente de la Universidad CES.
“Suele partirse de un promedio estándar: que una persona, en promedio, consume 2.000 calorías al día. Si uno da esa recomendación basándose en un dato general, no está mal”. ¡Pero ojo!, la cantidad que necesita cada individuo no se determina solo por ese dato. Si es hombre, continúa la especialista, necesitará mayor cantidad del líquido (al menos 2,8 litros) porque este sexo suele tener más contenido de masa libre de grasa (compuesta principalmente por agua). Las mujeres, igual por su configuración fisiológica, requieren una menor cantidad: 1,8 litros al día. Ahora, los deportistas o las personas físicamente activas tienen un requerimiento adicional porque necesitan mayor hidratación. Le puede interesar: ¿Sabe por qué es importante tomar agua?
En ese sentido, complementa Uribe, pueden haber procesos celulares que aumenten la demanda del líquido, por ejemplo, algunas enfermedades, el hecho de tener fiebre, una infección, diarrea o vómito. “En estas condiciones el cuerpo necesita más agua porque tiene un mecanismo celular acelerado tratando de defenderse. Igual que si se están tomando medicamentos diuréticos o tratamientos para enfermedades mentales. Algunos alteran los procesos de diuresis”
Así mismo, el clima es uno de los factores determinantes al momento de analizar qué tanta agua tomzar. Si está en un lugar cálido la demanda será naturalmente mayor.
¿Cómo saber cuánta tomar?
Examinar el color y el olor de su orina es una de las recomendaciones más sencillas. La orina debe tener un color claro. “Solo es normal que salga amarillo oscuro a primera hora del día o después de entrenar”, dice Franco, pero en general debe lucir cristalina.
El olor, por su parte, no debe ser muy fuerte ni similar al amonio, porque eso hablaría de poca ingesta de agua e, incluso, de un proceso de deshidratación. “Si la persona no orina, en un caso de fiebre o infección, hay que preocuparse porque el riñón no estaría teniendo suficiente líquido para hacer su proceso de desintoxicación”, añade Uribe.
Sentir sed no debería ser el único determinante para que opte por beberla pues, coinciden las expertas, si bien podría ser un signo inicial de deshidratación, hay otros elementos a considerar. Siempre debe estar presente antes y después del ejercicio, siempre que haya una transpiración excesiva (ver Para saber más) o un proceso de fiebre. Hay enfermedades específicas que limitan su ingesta, por ejemplo, la cardiacas y de los riñones. Para tener clara la ingesta, finalizan, es crucial que la asesoría sea individualizada con un médico o un nutricionista. Lea también: Lo que hace el agua en tu cuerpo
No es solo agua
Tenga en cuenta que hay alimentos que contienen agua, por ejemplo las frutas, las sopas, los jugos. Ellos cuentan como líquidos durante el día. “Sabemos que hay muchas bebidas y cuáles son las menos saludables (gaseosas y bebidas azucaradas como energizantes, jugos de caja, etc)”, señala Uribe y agrega que estas suelen tener solutos y glucosa que pueden tener efectos gastrointestinales, diarreas o flatulencias. “Lo más importante es el consumo de agua sola y, si no le gusta mucho, agréguele una rodaja de limón o naranja para saborizarla naturalmente”.
No se obligue a consumirla ni a que sea demasiada (más de lo recomendado a un nivel estándar por la OMS). Lo más importante es que procure incluirla en su día a día.


Cristina Uribe Barrada, médica internista y docente de la Facultad de Medicina de la U de A.
¿Es malo sudar y orinar mucho?
Al beber agua durante el día será normal sudar y orinar de forma más frecuente. Lo importante es que tenga en cuenta, además de la cantidad de sudor que transpire a diario (que si se torna incómoda deberá llevarlo a consultar con un médico), el sitio en el que se presenta la sudoración. La docente Uribe puntualiza que las zonas en las que es normal son las axilas y la región de la espalda. Lea: El agua: clave en la lucha contra la resistencia antimicrobiana
“Si aparece esporádicamente en el cuello, por ejemplo, o en zonas en las que no debería (brazos, antebrazos, piernas, etc), será importante buscar a un profesional para hacer un análisis más exhaustivo”. Este tipo de personas deben prestarle mayor atención al consumo de agua, porque pierden bastantes líquidos al transpirar. Así mismo, si orina con mucha frecuencia (más de 6 o 7 veces al día), debería ir a consulta, pues podría haber una enfermedad subyacente.
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