Un caballo que deambulaba sin jinete advirtió a la comunidad del municipio de Villanueva, norte de Bolívar, que a Pablo Romero Villarreal le había pasado algo. Lea aquí: Conductor asesinado en atraco: “Tenía un mes de estar manejando taxi”
“Empezaron a llamarlo, a buscarlo, hasta que se encontraron con la terrible escena”, dijo un hermano del hombre, mientras recordaba los detalles de aquella tarde del martes 7 de diciembre. “A Pablo lo encontraron dos horas después en una camino solitario. Tenía dos heridas de bala: una en el abdomen y otra en la pierna”.
Como pudieron, los conocidos lo llevaron al puesto de salud del municipio, donde estuvo unos 15 minutos antes de ser remitido a una clínica de Cartagena, que luego lo envió al Hospital Universitario del Caribe, donde falleció en la tarde del sábado, 11 de diciembre.
“Ahí hubo negligencia, no lo intervinieron cuando debían, sino días después. Él estaba mal, esa bala en el abdomen requería de un procedimiento inmediato”, dijo con vehemencia un hermano del fallecido, que contó lo que sabe de cómo ocurrieron los hechos. Le interesa: 98 riñas mortales en el año en Cartagena: estas son las últimas víctimas
Identificados
Romero Villarreal vivía en la finca de su padre, en el barrio Cieneguita, sector Pacheco. Allí estaba trabajando con una empresa cuidando insumos que guardaban. El día en que recibió los balazos había salido a beber con sus amigos, luego de recibir el pago. Según el relato de su hermano, ya iba en su caballo de regreso a su hogar, cuando dos hombres se le aparecieron y con un arma de fuego lo intimidaron.
“Le robaron lo que llevaba, que era un millón cuatrocientos mil pesos”. A Pablo le dispararon dos veces, cayó del animal y quedó tirado en la vía, mientras que los delincuentes alcanzaron a huir. Sin embargo, la Sijín de la Policía ya los tendría identificados gracias al testimonio de la víctima antes de morir.
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