Una buena visión es esencial para vivir bien, aprender, trabajar e interactuar plenamente con el mundo que nos rodea. Sin embargo, los problemas de visión son la discapacidad más extendida en el mundo y muchas personas ni siquiera saben que no ven bien hasta que se hacen una revisión ocular completa.
En el mundo hay 7.2 billones de personas, todas con necesidad de protección y prevención para la visión. De esos, el 63 por ciento de la población requiere de algún tipo de corrección, convirtiendo la mala visión en la patología más común, pero también la más invisible.
De ese total, el 56 por ciento (2.5 billones) no tienen la corrección que necesita ya sea porque no son conscientes de la importancia de la visión, no tienen acceso a sistemas de salud ni a la compra de gafas, han sido mal diagnosticados o incluso no se dan cuenta que no tienen una visión óptima porque siempre han visto de esa manera y lo consideran normal.
En Colombia, las cifras responden al panorama mundial. Existen alrededor de 25 millones de personas que necesitan corrección visual, pero aproximadamente 10 millones no la tienen. Las principales dificultades para resolver el problema de salud visual son: la falta de conciencia, la dificultad en el acceso, poca cobertura, información deficiente sobre el impacto social que ocasionan los problemas visuales y la escasez de acciones publico-privadas.
Un problema más allá de la visión
En las investigaciones globales, se ha determinado el enorme impacto económico y las grandes repercusiones sociales de una mala visión, la cual redunda en una pérdida de productividad que se calcula en casi mil millones de dólares diarios (accidentes de trabajo, en la carretera, etc.).
De acuerdo con datos publicados por el Vision Impact Institute de Essilor:
La mala visión multiplica por 7 el riesgo de caídas y fracturas de cadera en los ancianos.
A nivel mundial, el 23% de los conductores tienen problemas de visión no corregidos.
La mala visión está vinculada a un 59% de los accidentes de tráfico en todo el mundo.
Adicionalmente, el 80% de lo que aprenden los niños se adquiere a través del procesamiento de la información visual, por lo que su deficiencia afecta el progreso en la escolaridad y la forma cómo se integran en la sociedad.
Datos relacionados
El 30% de los niños del mundo sufren problemas de visión que tienen un impacto significativo en su salud a largo plazo, su rendimiento escolar y su desarrollo emocional y social.
Los problemas de visión causan dificultades en el desarrollo en los niños y se han relacionado con la conducta antisocial y delictiva. Hasta el 70% de los delincuentes juveniles de Estados Unidos han sido diagnosticados con problemas de visión.
“Si analizamos en profundidad los efectos de la relación entre pobreza y salud visual, podemos ver que es un problema multidimensional. Tener problemas visuales sin corregir, repercute en todo, desde el empleo y los bienes materiales hasta la educación y la salud en general (y eso, sin incluir los gastos públicos directos e indirectos derivados de los costos médicos o la dificultad para obtener ingresos). Somos conscientes de que es necesario intervenir para cortar con este ciclo”, sostiene Kristan Gross, Directora general ejecutiva del Essilor Vision Impact Institute.
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