Entre enero y mayo de este año la movilización de carga por el río Magdalena ha disminuido un 27% advirtió la Federación Nacional de Navieros (Fedenavi), al denunciar limitaciones de calado en algunos tramos de esa arteria fluvial por falta de dragado desde hace más de tres meses.
Según los navieros, más de 80 barcazas con cerca de 490 mil barriles de crudo y nafta están represados en el río, unidades que equivaldrían a la carga de unos 2.333 camiones. Buena parte de esa carga se moviliza por el río rumbo a la refinería de Ecopetrol, en Cartagena.
Fedenavi solicitó la pronta respuesta del Ministerio de Transporte y Cormagdalena para que cumplan con la obligación de mantener las condiciones requeridas para el transporte de carga en el río.
Los tramos donde la operación naviera en el río se ha limitado son los de la Bufalera, Canaletal (frente al departamento de Santander) y en San Pablo, sur de Bolívar.
Para el presidente ejecutivo de Fedenavi, Andrés Londoño, “la situación se presenta por la lentitud en el desembolso de los recursos para el dragado, por parte del Ministerio de Hacienda. Aunque el 2 de mayo hubo un Confis que aprobó los fondos, su liberación se demoró. Esto implica un retraso de mas de tres meses en el plan de dragado y que no se haya iniciado ninguna licitación para realizar estas actividades, pues no hay manera de hacer un proceso de este tipo sin que la entidad pública haya garantizado estos dineros”. Sin embargo, Londoño precisó que Cormagdalena le confirmó ayer el recibo de los recursos necesarios para ese dragado.
Los estimativos de Fedenavi señalan que el quinto mes del año cerrará con la movilización de solo el 50% de carga mensual que usualmente se opera en esa ruta, que en 2018 fue de 818.000 barriles. Dicha situación revela que no hay garantías para la prestación del servicio de transporte de carga y que, sin dragado, no hay futuro posible para el multimodalismo.
Además, el directivo manifestó que así estos recursos entren a la mayor brevedad, los procesos de contratación de Cormagdalena pueden tardar hasta tres meses, lo que coincide con la temporada de menor nivel del río. “La situación es crítica. Normalmente, mayo es de los meses de mejor nivel de agua, pero por las condiciones climáticas que tuvimos hubo una baja considerable, de casi dos metros. Junio y julio son dos meses de niveles bajos entonces, sin dragado la afectación va a ser mayor”.
En ese sentido, la Federación destaca que mientras en mayo de 2018 el calado del río fue de 7,4 pies promedio, en este mismo mes de 2019 ha sido de 5,3, en promedio. Dicha falta de dragado ha generado grandes pérdidas para el gremio. Por esa razón, Fedenavi recalcó la necesidad de que el Gobierno Nacional plantee una solución para que se intervenga el río de forma inmediata y se eviten mayores pérdidas, destaca un comunicado de esa Federación.
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