La del título es una pregunta que está rondando desde hace varias semanas la cabeza de miles de padres en el mundo. En redes sociales se lee que los niños no son vulnerables a los efectos del COVID-19 o nuevo coronavirus y que son grandes diseminadores del virus porque ellos no evitan la interacción física con otros seres humanos, pues finalmente no son conscientes del peligro que un abrazo o un beso representa en tiempos de pandemia, ¿pero qué tanto de lo que se dice en internet es verdad? (Lea aquí: Estos son los cuidados que debe tener en casa durante la cuarentena)
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) ofrecen información confiable para responder las principales inquietudes de los padres respecto a este virus, que este fin de semana sobrepasó los 410.000 casos confirmados en 186 países.
Aquí 6 preguntas y respuestas vitales para ti, mamá o papá.
1. ¿Cuál es el riesgo real de que mi hijo se enferme con COVID-19?
Según la evidencia disponible, los niños no parecen estar en mayor riesgo de COVID-19 que los adultos. Mientras que algunos niños y bebés han estado enfermos con el nuevo coronavirus, los adultos representan la mayoría de los casos conocidos hasta la fecha.
Y la Unicef agrega: “Se sabe que cualquier persona puede infectarse, independientemente de su edad, pero hasta el momento se han registrado relativamente pocos casos de COVID-19 entre niños. La enfermedad es mortal en raras ocasiones, y hasta ahora las víctimas mortales han sido personas de edad avanzada que ya padecían una enfermedad”. (Le puede interesar: Detecte a tiempo las infecciones respiratorias en niños)
2. ¿Cómo proteger a mi hijo del nuevo coronavirus?
Puedes alentarlo a ayudar a detener la propagación de COVID-19 enseñándole a hacer lo mismo que todos deberían hacer para mantenerse saludables: lavarse las manos durante al menos 20 segundos, con agua y jabón, o usar desinfectante para manos a base de alcohol; evitar las personas enfermas (tos y estornudos).
Tú debes limpiare y desinfectar diariamente las superficies de alto contacto en las áreas comunes del hogar, por ejemplo, mesas, sillas con respaldo rígido, pomos de las puertas, interruptores de luz, controles remotos, manijas, escritorios e inodoros.
Lava los artículos, incluidos los juguetes de peluche lavables, según corresponda, de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
3. ¿Los síntomas del COVID-19 son diferentes para los niños?
No, sin embargo, los niños con COVID-19 confirmado generalmente han manifestado síntomas leves. Los síntomas informados en los más pequeños incluyen síntomas similares al resfriado, como fiebre, secreción nasal y tos. También se han reportado vómitos y diarrea. Todavía no se sabe si algunos niños pueden tener un mayor riesgo de enfermedad grave, por ejemplo, niños con afecciones médicas subyacentes y necesidades especiales de atención médica. Hay mucho más que aprender sobre cómo la enfermedad afecta a los niños.
4. ¿Qué debería hacer si mi hijo tiene síntomas del COVID-19?
Deberías buscar asistencia médica, pero no pierdas la calma: algunos síntomas del COVID-19, como la tos o la fiebre pueden ser similares a los de la gripe o el resfriado común, que son mucho más frecuentes. Lo ideal sería que no lo lleves a urgencias, sino que lo atiendan en tu casa. Comunícate con tu EPS.
5. ¿Mi hijo debe usar mascarilla?
No. Si tu hijo está sano, no es necesario que use una máscara facial. Solo las personas que tienen síntomas de enfermedad o que brindan atención a quienes están enfermos deben usar máscaras. (Le puede interesar: 11 mitos y verdades sobre el uso del tapabocas en tiempos de coronavirus)
6. ¿Cómo informo a mi hijo sin asustarlo?
Los niños y niñas muy pequeños aún no han adquirido la madurez suficiente para poder entender algunos aspectos biológicos, sociales y económicos de las enfermedades, así que tu prioridad debe ser protegerlos de toda aquella información que aún no pueden procesar y que les puede llevar a desarrollar ansiedad y miedos debido a la incertidumbre, por eso, es importante que:
- Evites que vean o escuchen noticias y reportajes con un enfoque sensacionalista o morboso de la situación.
- Evites que se expongan mucho tiempo a noticias sobre el problema, aunque el tratamiento sea adecuado: el tiempo que dedicamos a un tema también puede transmitir inquietud, aunque el tono no sea alarmista.
- Evites involucrarlos en conversaciones de adultos sobre la situación, especialmente si son acaloradas o incluyen bromas y dobles sentidos: aunque no estemos hablando con ellos, saben de lo que hablamos y sacan sus propias conclusiones.
- Dedica tiempo a resolver sus dudas e inquietudes, en un lenguaje adaptado a su capacidad de comprensión, pero no engañoso.
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